La Historia como la conocemos no siempre es la correcta.
¿Que si todo lo que hemos aprendido en la escuela, en las librerias
y de nuestros gobiernos son historias fabricadas?
¡Oh Yehováh, fuerza mía y fortaleza mía, refugio mío en el día de angustia! A ti vendrán las naciones desde los términos de la tierra y dirán: Nuestros padres heredaron sólo mentira, vanidad y cosas sin provecho.
(Irmiyah/Jeremias 16:19)
Antes dije en el desierto á sus hijos: No andéis en las ordenanzas de vuestros padres,
ni guardéis sus leyes, ni os contaminéis en sus ídolos. Yo soy Yehováh vuestro Elohim;
andad en mis ordenanzas, y guardad mis derechos, y ponedlos por obra:
Y santificad mis shabat/dias de reposo, y sean por señal entre mí y vosotros,
para que sepáis que yo soy Yehováh vuestro Elohim.
(Iejezquel/Ezequiel 20:18-20)
LAS DIFERENTES OPINIONES:
1.- Las Diferentes Opiniones
Mucho se ha hablado sobre el tema de los Judios Sefarditas que vinieron de España, en algunos casos se les menciona simplemente como Judios que fueron victimas por la persecucion de la iglesia Catolica y de la reina de España y quienes fueron forzados a convertirse al Catolicismo ("Cristianismo"), en otros casos se comenta sobre la veracidad de que los Judios Sefarditas conocidos como los Marranos en relidad nunca se convirtieron sino más bien mantuvieron una agenda secreta de Talmudizar al Catolicismo desde su interior.
En esta sección estaremos proveyendo al lector de las herramientas necesarias para el estudio de este interesante tema, estaremos proporcionando los diferentes puntos de vista y las evidencias historicas sobre los antepasados de algunos de nosotros mejor conocidos como Judios Sefarditas pero con el apodo dado de "Marranos" por el hecho de haber pretendido convertirse al Catolicismo y por haber atentado por medio de una conspiración masiva en contra de la iglesia desde su interior llegando a adoptar apellidos Españoles y Catolicos y habiendo instruido en esta conspiracion a su descendencia en todos los rudimentos del Catolicismo mientras que ocultamente mantenian su agenda de Talmudizar al sistema Catolico desde dentro, es por ello que hubo un tiempo en el que aparentemente hubo una conciliación entre Judios y Catolicos al grado que sabemos que mientras algunos Papas y Catolicos no aceptaban a estos supuestos conversos, otros Papas los favorecian al grado de que algunos de los supuestos conversos ocupaban cargos importantes en la sociedad incluyendo puestos dentro de la iglesia como lo era el de Cardenales, como lo fue José María Escriba, de quien hablaremos mas adelante en esta pagina.
La Inquisición española o tribunal de santo oficio se fundó con aprobación papal en 1478 a través de una bula que expidió Sixto IV, a propuesta del rey Fernando V y la reina Isabel I. Esta Inquisición se iba a ocupar del problema de los llamados marranos (conversos), los judíos que por coerción o por presión social se habían convertido al cristianismo. Es decir, era una institución que estaba bajo el poder de la corona y en principio fue creada para combatir las posibles herejías de los semitas. A los pocos años de la fundación de la institución, el papado renunció en la práctica a su supervisión en favor de los soberanos españoles. De esta forma la Inquisición española se convirtió en un instrumento en manos del Estado más que de la Iglesia. En poco tiempo pasó a ser un método de represión en contra de las desviaciones religiosas como el protestantismo, brujería.... Y en casos aislados se aplico contra delitos de carácter político. Después de 1502 centró su atención en los conversos del mismo tipo del Islam, y en la década de 1520 a los sospechosos de apoyar las tesis del protestantismo.
El procedimiento seguido por los inquisidores era el siguiente: los acusados no conocerían a sus delatores, por lo que el sistema se prestaba a la delación. Esta delación no se consideraría injustificada por los reyes ya que estos consideraban que la delación era un deber de conciencia del pueblo, así pues eran muy frecuentes las denuncias anónimas por parte de la población antisemita. Entre las practicas violentas más comunes que se llevaron a cabo están la quema de libros, las confesiones por tortura, confiscación de bienes, muerte en la hoguera, trasmisión de infamia a los herederos...
El primer inquisidor fue Tomás de Torquemada quien era Judio, dominico y muy cercano a la corona, y quien participó en 1492 en la expulsión de los judíos.
El primer tribunal de la inquisición se constituyó en Sevilla en 1480. Sucesivamente se fueron creando por el resto de ciudades mercantiles de la península, que era donde se localizaban los judíos.
2.- Expulsión de los judíos
En 1492, tras la conquista de Granada, con las condiciones favorables y por causas difíciles de comprender, los Reyes Católicos publicaron inesperadamente el decreto de expulsión de los judíos. En tres meses, que posteriormente se ampliaron a más de cuatro, tenían que optar entre la conversión o el destierro. La confusión era enorme en las juderías, y muchos de ellos decidieron aceptar y permanecer aquí, en la península. Los que marcharon, pese a que no les era permitido salir con dinero, oro o plata, salieron con grandes cantidades de éstos, debido a su pericia en el crédito y en los procedimientos bancarios. Los principales destinos de estos judíos eran las ciudades mediterráneas de Nápoles, Roma, Salónica, Constantinopla, Alepo, Trípoli, Alejandría o el Cairo desde las cuales, controlaron el mercado de especias y seda que llegaba a España años más tarde. Según algunos autores, la cifra de desterrados es difícil de determinar, pero establecen una cifra aproximada que oscila alrededor de 100.000 judíos.
3.- Relaciones entre Papas y Judios
Las Encyclopedias Judias dan credito a varios Papas por detener la violencia contra los Judios, por tratar de convertirlos, y por garantizar ciertos derechos para ellos en los territorios sobre los que ejercian poder temporal.
Aunque los obispos estaban emitiendo leyes restrictivas contra las agresiones de judíos mucho antes de esto, el reinado de Gregorio Magno (590-604) se toma como punto de partida de las relaciones consistentes entre los Judios y los Papas. Este ultimo condenó la explotación de los esclavos Cristianos por Judios.
El Papa León VII escribió al arzobispo de Mayence respondiendole que podría ofrecer a sus Judios la elección entre la conversión o emigrar.
Anacleto II (antipapa) fue un Judio y su afirmación al papado siempre fue cuestionado.
Benedicto VIII condeno a un numero de Judios a muerte por blasfemia contra Jesús.
Gregorio VII acusó al emperador alemán Enrique IV, de favoritismo hacia los Judios, y "en 1078 renovó las leyes canónicas que prohíbian dar poder a los Judios sobre los Cristianos ... Tambien los Judios no debian ser empleados como de cobradores de impuestos para agricultores o productores de monedas".
El Papa Calixto II (1119-1124) y el Papa Alejandro III se citan como personajes de actos Pro-Judíos.
Inocencio III es el más odiado de los Papas en la literatura Judía. En 1215, el IV Concilio Lateral, el cual convocó a "renovar la prohibición canónica de confiar a los Judios en cargos de oficinas públicas e introdujo la ley exigia que los Judios llevaran un signo distintivo en su ropa ... No obstante este mismo fue quien los protegío contra la furia de los Cruzados Franceses ".
El Papa Inocencio III en un decreto extenso declaró: que a los Judios nadie deberia matarlos [pero], que son para nosotros tan peligrosos como el insecto en la manzana, como la serpiente en el pecho ... Puesto que, por lo tanto, ya han empezado a roer como la rata, y a apestar como la serpiente, para nuestra vergüenza que el fuego en nuestro pecho, que es ser comido por ellos, no los consumen ... A pesar de esto la piedad Cristiana tolera los Judios ... y les permite continuar con nosotros, aunque los moros no los toleran, no deben ser autorizados a permanecer ingratos con nosotros de tal manera que se nos pagen con injuria, nuestros favores, y con menosprecio nuestra familiaridad. A la cual son ingresados sólo a través de nuestra misericordia ...
En relación con este mismo Papa, los Cánon 67 a 70 fueron adoptados por el IV Concilio de Laterán, que incluía medidas de protección contra la usura judía, su uso de una insignia distintiva (para advertir a los Cristianos y no se dejaran Talmudizar), y prohíbiendo las relaciones con los Cristianos, como empleados, en el matrimonio, restringiendo su testimonio como testigos en asuntos legales (por su licencia de perjurio en la oracion del "Kol Nidre", entonces bien conocida, en donde se pide perdon por los pecados que se cometeran anticipadamente ).
"Gregorio IX, ... en varios documentos oficiales insistió en el estricto cumplimiento de las leyes canónicas contra los Judios ... su sucesor," (para seguir citando) "Inocencio IV, ordenó la quema del Talmud en París (1244)."
A través de emperador Segismundo, "que estaba muy en deuda con ellos, ellos [los Judios] obtuvieron del Papa Martín V (1417-31) ... varios toros (1418 y 1422)" (para favor a ellos). "En los últimos años de su pontificado, sin embargo, que derogó varias de sus ordenanzas, alegando que habían sido obtenidos de manera fraudulenta".
Papas Eugenio IV y V Nicolás se citan por practicar moderación para con los Judios
Sixtus IV sancionó la Inquisición española, cuyo objetivo era para los "Marranos", es decir 300 mil Judios que habían entrado en la Iglesia, pero manteniendo su Talmudismo en secreto, ya que ellos se habian hecho el proposito de Talmudizar a los Cristianos, y no estamos hablando de ensenarles Torah sino literalmente el Talmud con todas sus fantasias y obscenidades) y quiene hasta cierto grado habian dominado en todas las fases de la vida española.
Aquel que leia la prensa Judía veia felicitaciones para Israel de los españoles "Católicos" que se identifican como Judios Talmúdicos descendientes de aquellos que habian practicado su Talmudismo en secreto desde 1492, cuando sus correligionarios “Marranos” fueron expulsados de España.
Si nada más, el término "conversión", tal como se aplica a Judios, debe considerarse con cautela, en vista del Judaísmo Talmudista oculto de los "marranos", que continuó durante siglos.
Hay que saber, también, de las autoridades Judías que Torquemada mismo, quien lidero la Inquisición, era un Judio, y que la Inquisición tenia el único propósito de exterminar a los marranos que bajo el pretexto de la conversión habían amenazado con poner fin a la Cristiandad con sus maquinaciones en su infiltracion. (Para mayor referencia lea el libro “Los Marranos",por Cecil Roth, publicado por The Jewish Publication Society of America, Filadelfia).
La Enciclopedia Judía sigue diciendo:
Alejandro VI (Borgia), conocido en la historia como el más derrochador de los Papas, se inclinaba favorablemente hacia los Judios.
León X, uno de los Medici, que avivó la Reforma mediante el patrocinio de un gran renacimiento del paganismo y lleno la Academia platónica y salones de Roma y Florencia de Judios, exponiendo el Talmud y Kabalismo oculto, es llamado el humanista ... se inclinaba favorablemente hacia los Judios, quien les empleaba no sólo como médicos, sino también como artistas y en otras posiciones en su corte. El comienzo de la Reforma influyó en su actuación en la controversia entre Reuchlin y Pfeferkorn que se estableció de tal manera a no dar algún estímulo a los que exigían reformas en la Iglesia.
La historia de la sincera convercion del Judio, Pfefferkorn, que emitió las infamias del Talmud, con la opocision del rebelde Católico, Reuchlin, quien era llevado con engano por la cabeza de la comunidad Judía de Roma, y el pro-Judío Papa Medici, terminaron con Pfefferkorn siendo silenciado, y de Reuchlin a no ser juzgado por herejía, ya que estaba programado para ser y de hecho estaba en dos campos hostiles en casi todas las ciudades Alemanas tomando partido a favor o en contra del Talmud.
Uno puede preguntar: "¿Cómo podría alguien leyendo lo que dice el Talmud, discutir sobre su contenido?" A este respecto, sin embargo, debe recordarse que sólo con la traducción Soncino relativamente sin censura del Talmud en este siglo, en el lenguaje contemporáneo, Inglés, ha sido posible para el no-Judio, recibir el impacto de lo que el Talmud verdaderamente dice. En otros casos se podría argumentar sobre lo que en un texto en yiddish o hebreo del Talmud esta citando. Sin embargo, los Judios siempre en última instancia han perdidó tales argumentos, al menos como lo demuestra la condena del Talmud por los no-Judios a través de los siglos.
Incluso la traducción Soncino Inglés del Talmud no es fácilmente disponible, excepto en las bibliotecas más importantes, que deben ser leidos solamente allí y no deben ser sacados.
Clemente VII (Medici otro servidor de los Judíos) era el hijo bastardo de Julio, hermano de Lorenzo el Magnífico, quien fundó un salón de belleza pagana, la Academia platónica. La Academia platónica intento la vieja estrategia Talmúdica de"armonizar" la filosofía pagana con el Cristianismo, como Maimónides había intentado hacer con el Judaísmo y la Torah. Lorenzo hizo a su hijo Giovanni (León X) cardenal, a través de su influencia con Inocencio VIII, a los 13 años. Listo para ascender al trono, Giovanni rápidamente hizo a cinco de sus parientes cardenales, entre ellos su primo bastardo, Giulio. León X (Giovanni), hecho Papa el 11 de marzo de 1513, fue ordenado sacerdote el 15 e hizo un obispo el día 19 del mismo mes, y reinó hasta Diciembre, 1, 1521, nueve años.
Fue este Papa, León X, que puso en marcha la venta de indulgencias en 1517, la causa inmediata de la ruptura de Lutero con la Iglesia, y del levantamiento de Europa. No se escatimaron esfuerzos para corromper y Talmudizar la Iglesia desde el interior, mientras que los Judíos trabajaban para destruir desde el exterior. Los cabezillas entre los Judios, dice el historiador Judío Cecil Roth, esperaban poner fin a la Cristiandad y suplantarla con Talmudismo.
Mucho se ha hablado sobre el tema de los Judios Sefarditas que vinieron de España, en algunos casos se les menciona simplemente como Judios que fueron victimas por la persecucion de la iglesia Catolica y de la reina de España y quienes fueron forzados a convertirse al Catolicismo ("Cristianismo"), en otros casos se comenta sobre la veracidad de que los Judios Sefarditas conocidos como los Marranos en relidad nunca se convirtieron sino más bien mantuvieron una agenda secreta de Talmudizar al Catolicismo desde su interior.
En esta sección estaremos proveyendo al lector de las herramientas necesarias para el estudio de este interesante tema, estaremos proporcionando los diferentes puntos de vista y las evidencias historicas sobre los antepasados de algunos de nosotros mejor conocidos como Judios Sefarditas pero con el apodo dado de "Marranos" por el hecho de haber pretendido convertirse al Catolicismo y por haber atentado por medio de una conspiración masiva en contra de la iglesia desde su interior llegando a adoptar apellidos Españoles y Catolicos y habiendo instruido en esta conspiracion a su descendencia en todos los rudimentos del Catolicismo mientras que ocultamente mantenian su agenda de Talmudizar al sistema Catolico desde dentro, es por ello que hubo un tiempo en el que aparentemente hubo una conciliación entre Judios y Catolicos al grado que sabemos que mientras algunos Papas y Catolicos no aceptaban a estos supuestos conversos, otros Papas los favorecian al grado de que algunos de los supuestos conversos ocupaban cargos importantes en la sociedad incluyendo puestos dentro de la iglesia como lo era el de Cardenales, como lo fue José María Escriba, de quien hablaremos mas adelante en esta pagina.
La Inquisición española o tribunal de santo oficio se fundó con aprobación papal en 1478 a través de una bula que expidió Sixto IV, a propuesta del rey Fernando V y la reina Isabel I. Esta Inquisición se iba a ocupar del problema de los llamados marranos (conversos), los judíos que por coerción o por presión social se habían convertido al cristianismo. Es decir, era una institución que estaba bajo el poder de la corona y en principio fue creada para combatir las posibles herejías de los semitas. A los pocos años de la fundación de la institución, el papado renunció en la práctica a su supervisión en favor de los soberanos españoles. De esta forma la Inquisición española se convirtió en un instrumento en manos del Estado más que de la Iglesia. En poco tiempo pasó a ser un método de represión en contra de las desviaciones religiosas como el protestantismo, brujería.... Y en casos aislados se aplico contra delitos de carácter político. Después de 1502 centró su atención en los conversos del mismo tipo del Islam, y en la década de 1520 a los sospechosos de apoyar las tesis del protestantismo.
El procedimiento seguido por los inquisidores era el siguiente: los acusados no conocerían a sus delatores, por lo que el sistema se prestaba a la delación. Esta delación no se consideraría injustificada por los reyes ya que estos consideraban que la delación era un deber de conciencia del pueblo, así pues eran muy frecuentes las denuncias anónimas por parte de la población antisemita. Entre las practicas violentas más comunes que se llevaron a cabo están la quema de libros, las confesiones por tortura, confiscación de bienes, muerte en la hoguera, trasmisión de infamia a los herederos...
El primer inquisidor fue Tomás de Torquemada quien era Judio, dominico y muy cercano a la corona, y quien participó en 1492 en la expulsión de los judíos.
El primer tribunal de la inquisición se constituyó en Sevilla en 1480. Sucesivamente se fueron creando por el resto de ciudades mercantiles de la península, que era donde se localizaban los judíos.
2.- Expulsión de los judíos
En 1492, tras la conquista de Granada, con las condiciones favorables y por causas difíciles de comprender, los Reyes Católicos publicaron inesperadamente el decreto de expulsión de los judíos. En tres meses, que posteriormente se ampliaron a más de cuatro, tenían que optar entre la conversión o el destierro. La confusión era enorme en las juderías, y muchos de ellos decidieron aceptar y permanecer aquí, en la península. Los que marcharon, pese a que no les era permitido salir con dinero, oro o plata, salieron con grandes cantidades de éstos, debido a su pericia en el crédito y en los procedimientos bancarios. Los principales destinos de estos judíos eran las ciudades mediterráneas de Nápoles, Roma, Salónica, Constantinopla, Alepo, Trípoli, Alejandría o el Cairo desde las cuales, controlaron el mercado de especias y seda que llegaba a España años más tarde. Según algunos autores, la cifra de desterrados es difícil de determinar, pero establecen una cifra aproximada que oscila alrededor de 100.000 judíos.
3.- Relaciones entre Papas y Judios
Las Encyclopedias Judias dan credito a varios Papas por detener la violencia contra los Judios, por tratar de convertirlos, y por garantizar ciertos derechos para ellos en los territorios sobre los que ejercian poder temporal.
Aunque los obispos estaban emitiendo leyes restrictivas contra las agresiones de judíos mucho antes de esto, el reinado de Gregorio Magno (590-604) se toma como punto de partida de las relaciones consistentes entre los Judios y los Papas. Este ultimo condenó la explotación de los esclavos Cristianos por Judios.
El Papa León VII escribió al arzobispo de Mayence respondiendole que podría ofrecer a sus Judios la elección entre la conversión o emigrar.
Anacleto II (antipapa) fue un Judio y su afirmación al papado siempre fue cuestionado.
Benedicto VIII condeno a un numero de Judios a muerte por blasfemia contra Jesús.
Gregorio VII acusó al emperador alemán Enrique IV, de favoritismo hacia los Judios, y "en 1078 renovó las leyes canónicas que prohíbian dar poder a los Judios sobre los Cristianos ... Tambien los Judios no debian ser empleados como de cobradores de impuestos para agricultores o productores de monedas".
El Papa Calixto II (1119-1124) y el Papa Alejandro III se citan como personajes de actos Pro-Judíos.
Inocencio III es el más odiado de los Papas en la literatura Judía. En 1215, el IV Concilio Lateral, el cual convocó a "renovar la prohibición canónica de confiar a los Judios en cargos de oficinas públicas e introdujo la ley exigia que los Judios llevaran un signo distintivo en su ropa ... No obstante este mismo fue quien los protegío contra la furia de los Cruzados Franceses ".
El Papa Inocencio III en un decreto extenso declaró: que a los Judios nadie deberia matarlos [pero], que son para nosotros tan peligrosos como el insecto en la manzana, como la serpiente en el pecho ... Puesto que, por lo tanto, ya han empezado a roer como la rata, y a apestar como la serpiente, para nuestra vergüenza que el fuego en nuestro pecho, que es ser comido por ellos, no los consumen ... A pesar de esto la piedad Cristiana tolera los Judios ... y les permite continuar con nosotros, aunque los moros no los toleran, no deben ser autorizados a permanecer ingratos con nosotros de tal manera que se nos pagen con injuria, nuestros favores, y con menosprecio nuestra familiaridad. A la cual son ingresados sólo a través de nuestra misericordia ...
En relación con este mismo Papa, los Cánon 67 a 70 fueron adoptados por el IV Concilio de Laterán, que incluía medidas de protección contra la usura judía, su uso de una insignia distintiva (para advertir a los Cristianos y no se dejaran Talmudizar), y prohíbiendo las relaciones con los Cristianos, como empleados, en el matrimonio, restringiendo su testimonio como testigos en asuntos legales (por su licencia de perjurio en la oracion del "Kol Nidre", entonces bien conocida, en donde se pide perdon por los pecados que se cometeran anticipadamente ).
"Gregorio IX, ... en varios documentos oficiales insistió en el estricto cumplimiento de las leyes canónicas contra los Judios ... su sucesor," (para seguir citando) "Inocencio IV, ordenó la quema del Talmud en París (1244)."
A través de emperador Segismundo, "que estaba muy en deuda con ellos, ellos [los Judios] obtuvieron del Papa Martín V (1417-31) ... varios toros (1418 y 1422)" (para favor a ellos). "En los últimos años de su pontificado, sin embargo, que derogó varias de sus ordenanzas, alegando que habían sido obtenidos de manera fraudulenta".
Papas Eugenio IV y V Nicolás se citan por practicar moderación para con los Judios
Sixtus IV sancionó la Inquisición española, cuyo objetivo era para los "Marranos", es decir 300 mil Judios que habían entrado en la Iglesia, pero manteniendo su Talmudismo en secreto, ya que ellos se habian hecho el proposito de Talmudizar a los Cristianos, y no estamos hablando de ensenarles Torah sino literalmente el Talmud con todas sus fantasias y obscenidades) y quiene hasta cierto grado habian dominado en todas las fases de la vida española.
Aquel que leia la prensa Judía veia felicitaciones para Israel de los españoles "Católicos" que se identifican como Judios Talmúdicos descendientes de aquellos que habian practicado su Talmudismo en secreto desde 1492, cuando sus correligionarios “Marranos” fueron expulsados de España.
Si nada más, el término "conversión", tal como se aplica a Judios, debe considerarse con cautela, en vista del Judaísmo Talmudista oculto de los "marranos", que continuó durante siglos.
Hay que saber, también, de las autoridades Judías que Torquemada mismo, quien lidero la Inquisición, era un Judio, y que la Inquisición tenia el único propósito de exterminar a los marranos que bajo el pretexto de la conversión habían amenazado con poner fin a la Cristiandad con sus maquinaciones en su infiltracion. (Para mayor referencia lea el libro “Los Marranos",por Cecil Roth, publicado por The Jewish Publication Society of America, Filadelfia).
La Enciclopedia Judía sigue diciendo:
Alejandro VI (Borgia), conocido en la historia como el más derrochador de los Papas, se inclinaba favorablemente hacia los Judios.
León X, uno de los Medici, que avivó la Reforma mediante el patrocinio de un gran renacimiento del paganismo y lleno la Academia platónica y salones de Roma y Florencia de Judios, exponiendo el Talmud y Kabalismo oculto, es llamado el humanista ... se inclinaba favorablemente hacia los Judios, quien les empleaba no sólo como médicos, sino también como artistas y en otras posiciones en su corte. El comienzo de la Reforma influyó en su actuación en la controversia entre Reuchlin y Pfeferkorn que se estableció de tal manera a no dar algún estímulo a los que exigían reformas en la Iglesia.
La historia de la sincera convercion del Judio, Pfefferkorn, que emitió las infamias del Talmud, con la opocision del rebelde Católico, Reuchlin, quien era llevado con engano por la cabeza de la comunidad Judía de Roma, y el pro-Judío Papa Medici, terminaron con Pfefferkorn siendo silenciado, y de Reuchlin a no ser juzgado por herejía, ya que estaba programado para ser y de hecho estaba en dos campos hostiles en casi todas las ciudades Alemanas tomando partido a favor o en contra del Talmud.
Uno puede preguntar: "¿Cómo podría alguien leyendo lo que dice el Talmud, discutir sobre su contenido?" A este respecto, sin embargo, debe recordarse que sólo con la traducción Soncino relativamente sin censura del Talmud en este siglo, en el lenguaje contemporáneo, Inglés, ha sido posible para el no-Judio, recibir el impacto de lo que el Talmud verdaderamente dice. En otros casos se podría argumentar sobre lo que en un texto en yiddish o hebreo del Talmud esta citando. Sin embargo, los Judios siempre en última instancia han perdidó tales argumentos, al menos como lo demuestra la condena del Talmud por los no-Judios a través de los siglos.
Incluso la traducción Soncino Inglés del Talmud no es fácilmente disponible, excepto en las bibliotecas más importantes, que deben ser leidos solamente allí y no deben ser sacados.
Clemente VII (Medici otro servidor de los Judíos) era el hijo bastardo de Julio, hermano de Lorenzo el Magnífico, quien fundó un salón de belleza pagana, la Academia platónica. La Academia platónica intento la vieja estrategia Talmúdica de"armonizar" la filosofía pagana con el Cristianismo, como Maimónides había intentado hacer con el Judaísmo y la Torah. Lorenzo hizo a su hijo Giovanni (León X) cardenal, a través de su influencia con Inocencio VIII, a los 13 años. Listo para ascender al trono, Giovanni rápidamente hizo a cinco de sus parientes cardenales, entre ellos su primo bastardo, Giulio. León X (Giovanni), hecho Papa el 11 de marzo de 1513, fue ordenado sacerdote el 15 e hizo un obispo el día 19 del mismo mes, y reinó hasta Diciembre, 1, 1521, nueve años.
Fue este Papa, León X, que puso en marcha la venta de indulgencias en 1517, la causa inmediata de la ruptura de Lutero con la Iglesia, y del levantamiento de Europa. No se escatimaron esfuerzos para corromper y Talmudizar la Iglesia desde el interior, mientras que los Judíos trabajaban para destruir desde el exterior. Los cabezillas entre los Judios, dice el historiador Judío Cecil Roth, esperaban poner fin a la Cristiandad y suplantarla con Talmudismo.
CRISTOBAL COLON ERA UN MARRANO
¿Todo el mundo conoce la historia de Colón, no? Un explorador italiano de Génova que zarpó en 1492 para enriquecer a los reyes de España con oro y especias de oriente… Pues no.
Durante mucho tiempo, los historiadores ignoraron la gran pasión de Colón: liberar Jerusalén del dominio musulmán.
En tiempos de Colón, los judíos fueron objeto de una persecución religiosa. El 31 de marzo de 1492, el rey Fernando y la reina Isabel decretaron la expulsión de los judíos de España. El edicto estaba dirigido a los 800,000 judíos que no se habían convertido y les daba un plazo de cuatro meses para hacer las maletas y marcharse.
Los judíos que, obligados, renunciaron a su fe y se convirtieron al catolicismo se llamaban “conversos”. También hubo unos que fingieron haberse convertido y practicaban externamente el catolicismo pero ocultamente seguían las prácticas judías. Eran los llamados “marranos”.
Decenas de miles de “marranos” fueron torturados por la Inquisición española. Fueron presionados para dar los nombres de sus familiares y amigos, que luego eran amarrados a estacas y quemados vivos. Sus tierras y posesiones eran luego divididos por la Iglesia y la Corona.
Recientemente, varios investigadores españoles, como José Erugo, Celso García de la Riega, Otero Sánchez y Nicolás Días Pérez concluyeron que Colón era un “marrano” que tuvo que renunciar a la práctica externa de su religión ante la brutal limpieza étnica que se llevó a cabo.
Colón firmó su último testamento el 19 de mayo de 1506 en el que incluía cinco curiosas y reveladoras cláusulas.
Dos de sus disposiciones, entregar una décima parte de sus ingresos a los pobres y dar una dote anónima a niñas pobres, eran tradiciones judías. También dispuso dar dinero a un judío que vivía a la entrada del Barrio Judío de Lisboa.
En esos documentos, Colón utilizaba una firma triangular de puntos y letras similar a las inscripciones encontradas en lápidas de cementerios judíos en España. Ordenó a sus herederos utilizar la firma a perpetuidad. Según “La Historia de los Marranos”, del historiador británico Cecil Roth, el anagrama era una versión críptica del kadish, una oración recitada en la sinagoga por los dolientes tras la muerte de un ser querido. Por tanto, este subterfugio de Colón permitió a sus hijos rezar el kadish por su padre cuando murió. Finalmente, Colón dejó dinero para apoyar la cruzada que esperaba sus sucesores realizaran para liberar la Tierra Santa.
Estelle Irizarry, una profesora de lingüística de la Universidad de Georgetown, analizó el lenguaje y la sintaxis de cientos de cartas, diarios y documentos manuscritos de Colón y llegó a la conclusión de que el idioma principal del navegante, tanto escrito como hablado, era el castellano. Irizarry explica que el castellano del siglo XV era el “yiddish” de la judería española, conocido como “ladino”. En la parte superior izquierda de todas las cartas de Colón a su hijo Diego, excepto en una, aparecen manuscritas las letras bet-hei, que significan b’ezrat Hashem (con la ayuda de Dios). Los judíos practicantes han utilizado esta bendición en sus cartas durante siglos. Ninguna carta a otras personas tenía esta marca, y la única carta dirigida a Diego en la que se omitió fue en una que era para el rey Fernando.
En su libro de “Sails of Hope”, Simon Weisenthal sostiene que el viaje de Colón estuvo motivado por un deseo de encontrar un lugar seguro para los judíos tras su expulsión de España. Asimismo, la antropóloga de la Universidad de Stanford Carol Delaney concluye que Colón era un hombre profundamente religioso cuyo objetivo era navegar a Asia para conseguir oro y financiar una cruzada para recuperar Jerusalén y reconstruir el Templo de los judíos. En tiempos de Colón, los judíos creían que Jerusalén debía ser liberada y el Templo reconstruido para el retorno del Mesías.
Los expertos apuntan a la fecha en que partió Colón como una prueba más de sus verdaderos motivos. Originalmente iba a zarpar el 2 de agosto de 1492, que casualmente coincidía con la festividad judía de Tisha B’Av, que conmemora la destrucción del primer y segundo Templo de Jerusalén. Colón pospuso un día la partida para evitar salir en esa festividad, ya que los judíos lo consideraban de mala suerte (casualmente o a propósito, zarpó el mismo día en que los judíos, por ley, tenían que decidir entre convertirse, marcharse de España o morir).
El viaje de Colón no fue, como se cree comúnmente, financiado por la reina Isabel, sino por dos judíos conversos y un judío. Louis de Santángel y Gabriel Sánchez anticiparon un préstamo sin intereses de 17,000 ducados de su propio bolsillo para pagar el viaje, al igual que Don Isaac Abrabanel, rabino y estadista judío. De hecho, las dos primeras cartas enviadas por Colón durante su viaje no fueron para Fernando o Isabel, sino para Santángel y Sánchez, dándoles las gracias por el apoyo y contándoles lo que había encontrado.
Mientras el mundo ve correr sangre por violencia en nombre de la libertad religiosa, vale la pena fijarse en el hombre que surcó los mares en busca de esas libertades y que terminó llegando a un lugar que terminaría convirtiendo esa libertad en uno de sus valores centrales.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Charles García.
Nota del editor: Charles García es presidente de García Trujillo, una empresa enfocada en el mercado hispano, y autor de “Leadership Lessons of the White House Fellows”. Oriundo de Panamá, vive en Florida. Puedes seguirlo en Twitter en @charlespgarcia
Durante mucho tiempo, los historiadores ignoraron la gran pasión de Colón: liberar Jerusalén del dominio musulmán.
En tiempos de Colón, los judíos fueron objeto de una persecución religiosa. El 31 de marzo de 1492, el rey Fernando y la reina Isabel decretaron la expulsión de los judíos de España. El edicto estaba dirigido a los 800,000 judíos que no se habían convertido y les daba un plazo de cuatro meses para hacer las maletas y marcharse.
Los judíos que, obligados, renunciaron a su fe y se convirtieron al catolicismo se llamaban “conversos”. También hubo unos que fingieron haberse convertido y practicaban externamente el catolicismo pero ocultamente seguían las prácticas judías. Eran los llamados “marranos”.
Decenas de miles de “marranos” fueron torturados por la Inquisición española. Fueron presionados para dar los nombres de sus familiares y amigos, que luego eran amarrados a estacas y quemados vivos. Sus tierras y posesiones eran luego divididos por la Iglesia y la Corona.
Recientemente, varios investigadores españoles, como José Erugo, Celso García de la Riega, Otero Sánchez y Nicolás Días Pérez concluyeron que Colón era un “marrano” que tuvo que renunciar a la práctica externa de su religión ante la brutal limpieza étnica que se llevó a cabo.
Colón firmó su último testamento el 19 de mayo de 1506 en el que incluía cinco curiosas y reveladoras cláusulas.
Dos de sus disposiciones, entregar una décima parte de sus ingresos a los pobres y dar una dote anónima a niñas pobres, eran tradiciones judías. También dispuso dar dinero a un judío que vivía a la entrada del Barrio Judío de Lisboa.
En esos documentos, Colón utilizaba una firma triangular de puntos y letras similar a las inscripciones encontradas en lápidas de cementerios judíos en España. Ordenó a sus herederos utilizar la firma a perpetuidad. Según “La Historia de los Marranos”, del historiador británico Cecil Roth, el anagrama era una versión críptica del kadish, una oración recitada en la sinagoga por los dolientes tras la muerte de un ser querido. Por tanto, este subterfugio de Colón permitió a sus hijos rezar el kadish por su padre cuando murió. Finalmente, Colón dejó dinero para apoyar la cruzada que esperaba sus sucesores realizaran para liberar la Tierra Santa.
Estelle Irizarry, una profesora de lingüística de la Universidad de Georgetown, analizó el lenguaje y la sintaxis de cientos de cartas, diarios y documentos manuscritos de Colón y llegó a la conclusión de que el idioma principal del navegante, tanto escrito como hablado, era el castellano. Irizarry explica que el castellano del siglo XV era el “yiddish” de la judería española, conocido como “ladino”. En la parte superior izquierda de todas las cartas de Colón a su hijo Diego, excepto en una, aparecen manuscritas las letras bet-hei, que significan b’ezrat Hashem (con la ayuda de Dios). Los judíos practicantes han utilizado esta bendición en sus cartas durante siglos. Ninguna carta a otras personas tenía esta marca, y la única carta dirigida a Diego en la que se omitió fue en una que era para el rey Fernando.
En su libro de “Sails of Hope”, Simon Weisenthal sostiene que el viaje de Colón estuvo motivado por un deseo de encontrar un lugar seguro para los judíos tras su expulsión de España. Asimismo, la antropóloga de la Universidad de Stanford Carol Delaney concluye que Colón era un hombre profundamente religioso cuyo objetivo era navegar a Asia para conseguir oro y financiar una cruzada para recuperar Jerusalén y reconstruir el Templo de los judíos. En tiempos de Colón, los judíos creían que Jerusalén debía ser liberada y el Templo reconstruido para el retorno del Mesías.
Los expertos apuntan a la fecha en que partió Colón como una prueba más de sus verdaderos motivos. Originalmente iba a zarpar el 2 de agosto de 1492, que casualmente coincidía con la festividad judía de Tisha B’Av, que conmemora la destrucción del primer y segundo Templo de Jerusalén. Colón pospuso un día la partida para evitar salir en esa festividad, ya que los judíos lo consideraban de mala suerte (casualmente o a propósito, zarpó el mismo día en que los judíos, por ley, tenían que decidir entre convertirse, marcharse de España o morir).
El viaje de Colón no fue, como se cree comúnmente, financiado por la reina Isabel, sino por dos judíos conversos y un judío. Louis de Santángel y Gabriel Sánchez anticiparon un préstamo sin intereses de 17,000 ducados de su propio bolsillo para pagar el viaje, al igual que Don Isaac Abrabanel, rabino y estadista judío. De hecho, las dos primeras cartas enviadas por Colón durante su viaje no fueron para Fernando o Isabel, sino para Santángel y Sánchez, dándoles las gracias por el apoyo y contándoles lo que había encontrado.
Mientras el mundo ve correr sangre por violencia en nombre de la libertad religiosa, vale la pena fijarse en el hombre que surcó los mares en busca de esas libertades y que terminó llegando a un lugar que terminaría convirtiendo esa libertad en uno de sus valores centrales.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Charles García.
Nota del editor: Charles García es presidente de García Trujillo, una empresa enfocada en el mercado hispano, y autor de “Leadership Lessons of the White House Fellows”. Oriundo de Panamá, vive en Florida. Puedes seguirlo en Twitter en @charlespgarcia
Disfrute la Lectura;
Sobre la Difamación de España; "La Leyenda Negra"
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La Historiografia Española y la Herencia de Sefarad
No hay que esforzarse mucho para detectar la positiva influencia árabe y judía de la que goza España. Sin embargo, los que escriben la historia voltean la cara cuando se trata de reconocer el influjo que la presencia sefardí le dejó a la "España católica y castiza". Goytisolo, Premio Octavio Paz 2002, hace el rastreo de ese desdén y apuesta por la enseñanza de una historia integral capaz de corregir sus propios desaciertos.....
por Juan Goitysolo
por Juan Goitysolo
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Complot Judio Contra la Iglesia
(La Quinta Columna)
Relatado desde el punto de vista de la Iglesia Catolica
La revolución masónico-jacobina logró ir derrotando a toda la Cristiandad por la misma razón que ahora sigue triunfando en forma arrolladora la revolución judeo-comunista: porque la Santa Iglesia Católica y la Cristiandad entera tan sólo han podido combatir los tentáculos del pulpo (partido comunista, grupos revolucionarios y en pocos casos, como en España, la masonería), dejando incólume la cabeza vigorosa. Por eso ha podido el monstruo regenerar y reconstruir los miembros que circunstancialmente le cercenan para emplearlos de nuevo, en forma más eficiente, hasta ir logrando la esclavización de medio mundo cristiano (Rusia, países de Europa Oriental y Cuba), estando ya a punto de esclavizar el resto de la humanidad.
El triunfo constante de las revoluciones judeo-masónicas y judeo-comunistas –desde fines del siglo XVIII hasta nuestros días- se debe también, a que ni la Santa Iglesia Católica ni las Iglesias separadas han luchado eficazmente en contra de la quinta columna judía introducida en el seno de ellas.
La quinta columna está formada por descendientes de judíos que se convirtieron al cristianismo en siglos anteriores. Ellos practicaban en público y en forma aparentemente fervorosa la religión de Cristo mientras, en secreto, conservaban su fe judaica, llevando a cabo ocultamente los ritos y ceremonias judías y organizándose en comunidades y sinagogas secretas que han funcionado en la clandestinidad durante varios siglos en la sociedad cristiana tratando de ella desde dentro, para lo cual han sembrado herejías y disidencias, tratando incluso de apoderarse del clero en las distintas Iglesias cristianas. Para ello usan la estratagema de introducir cristianos criptojudíos en el clero católico, los cuales podrían ir escalando primero las distintas dignidades de la Santa Iglesia y posteriormente las Iglesias disidentes. En los desacuerdos existentes entre dichas Iglesias, los judíos clandestinos siempre han tenido gran influencia......
El triunfo constante de las revoluciones judeo-masónicas y judeo-comunistas –desde fines del siglo XVIII hasta nuestros días- se debe también, a que ni la Santa Iglesia Católica ni las Iglesias separadas han luchado eficazmente en contra de la quinta columna judía introducida en el seno de ellas.
La quinta columna está formada por descendientes de judíos que se convirtieron al cristianismo en siglos anteriores. Ellos practicaban en público y en forma aparentemente fervorosa la religión de Cristo mientras, en secreto, conservaban su fe judaica, llevando a cabo ocultamente los ritos y ceremonias judías y organizándose en comunidades y sinagogas secretas que han funcionado en la clandestinidad durante varios siglos en la sociedad cristiana tratando de ella desde dentro, para lo cual han sembrado herejías y disidencias, tratando incluso de apoderarse del clero en las distintas Iglesias cristianas. Para ello usan la estratagema de introducir cristianos criptojudíos en el clero católico, los cuales podrían ir escalando primero las distintas dignidades de la Santa Iglesia y posteriormente las Iglesias disidentes. En los desacuerdos existentes entre dichas Iglesias, los judíos clandestinos siempre han tenido gran influencia......
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Más sobre los Marranos:
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Sobre el Opus Dei
Razon por la que fueron perseguidos los Marranos
(Sodalitium N° 43)
Introducción Ya había escrito sobre el tema del Opus Dei, cuando por casualidad di con un folleto escrito por un vocero de la Obra que me hizo reflexionar. En efecto, en él se lee: “Un día «Camino» fue quemado públicamente en un colegio de religiosas en Barcelona, ciudad en la cual el gobernador había dado orden de arrestar a Mons. Escrivá. El fundador había sido igualmente denunciado al Tribunal militar especial para la represión de la francmasonería; sus detractores cal al Opus Dei corno «esa rama judía de la masonería», o «esa secta judía en relación con la masonería»” (D. Le Tourneau, “El Opus Dei”, P.U.D.F., París, 1984). El tema me impactó y traté de profundizar sobre el asunto. Recuerdo que la revista “30 Giorni” abordó el problema. En el n° 5, de mayo de 1990, encontré un interesante artículo de Marina Ricci, en el cual se leía: “A fines de agosto de 1939 el Opus Dei abrió un oratorio... en Madrid. Se decía que estaba decorado con signos cabalísticos y masónicos” (M. Ricci: Presto un’aureola per Escrivá, “30 Giorni”, 5/5/90, pág. 14). Y también: “En 1941 (...) Escrivá (fue) denunciado al Tribunal especial para la represión de los crímenes de la masonería y del comunismo (...) Escrivá (...) fue igualmente denunciado en 1941 a las autoridades civiles de Barcelona. La acusación siempre era la misma: se afirmaba que bajo el nombre de Opus Dei se ocultaba una rama judía de la masonería (...) En un convento de religiosas carmelitas fue quemada públicamente una copia de «Camino», el primer libro escrito por Escrivá” (ibidem, pág. 15). Esta coincidencia me sorprendió, nunca hubiese imaginado una cosa parecida. Salvo que hallé por casualidad una serie de otros artículos muy interesantes que añadían otras informaciones a estos textos; Fabio Andriola entrevistó al gran maestre del Gran Oriente de Italia, el abogado Virgilio Gaito, y le preguntó: “¿Cuáles son las relaciones entre ustedes y la así llamada «masonería católica»? Pienso, respondió Gaito, que el Opus Dei tiene una visión universal muy amplia... Este Mario Conde... que hoy tiene el honor de las crónicas es un célebre representante del Opus Dei, y está también en el consejo de administración de una cierta sociedad que tiene como jefe al ex gran maestre Di Bernardo” (F. Andriola: La Loggia é una cara di vetro, en “L’Italia Settimanale”, 26/1/94, pág. 72). Además, el mismo Gaito reveló a “30 Giorni”: “En Lucerna, Suiza, Di Bernardo creó la Fundación Dignity. La preside el profesor Vittorio Mathieu que, me parece, pertenece al Opus Dei, y participa Giorgio Cavallo, ex rector de la Universidad de Turín, ex inscripto en la Logia P-2 (...) Está (...) el financista «opusdeísta» Mario Conde...” (G. Cubbeddu: Giuliano il teista, en “30 Giorni”, febrero de 1994, pág. 29). Pero esto no termina aquí. En un libro muy documentado se lee: “Fue Giuliano Di Bernardo quien, en 1970, pidió la inscripción en la Logia P-2... Los medios financieros y los fines de la Fundación Dignity parecen poco claros... Este organismo del cual es presidente Di Bernardo... y el banquero español Mario Conde, uno de los principales inspiradores... De la Fundación dependen una academia filosófica y un instituto de tradiciones místicas. Este último prepara un congreso sobre «el misticismo judío y cristiano»... el financista no sería otro que Mario Conde... próximo al Opus Dei. Entre los posibles mecenas de la Fundación Dignity se encuentra también Marc Rich... citado por Di Bernardo como dispensador de cursos de esoterismo judío...” (F. Andriola - M. Arcidiacono: “L’anno dei complotti”, Baldini y Castoldi, Milán, 1995, págs. 322-323).
¿Opus Dei u Opus Judei?
Pero el hecho que más me sorprendió fue un libro que me enviaron desde Colombia, titulado “Opus JUDEI”, escrito por José María Escriba (seguramente se trata de un seudónimo), publicado en 1994 por Orión Editores en Bogotá (Colombia). Este libro proporciona muchas informaciones que me resultaban completamente desconocidas sobre la vida, la doctrina y la obra de Mons. Escrivá. No todo es para tomar al pie de la letra, pero me parece que algunas afirmaciones están documentadas y son serias. Las someto al lector tal como el autor las presenta. Ante todo, el autor sostiene que muchas biografías elogiosas de Mons. Escrivá están llenas de inexactitudes: se le atribuyen una serie de estudios y de títulos sin ninguna justificación. “Por ejemplo que era Superior del Seminario San Francisco de Paula de Zaragoza... que fue profesor de Derecho Económico y de Derecho Romano en Zaragoza y en Madrid... que obtuvo la licenciatura en Teología en la Pontificia Universidad de Zaragoza...” (J. M. Escriba: “Opus Judei”, ed. Orión, Bogotá, 1994, pág. 74).
La familia de Mons. Escrivá José María Escriba Albás fue el segundo de seis hermanos. Nació el 9 de enero de 1902, en Barbastro, Huesca. Su padre, José Escriba Corzan se dedicó al comercio de tejidos (S. Bernal: “Monseñor Josemaría Escrivá de Balaguer”, RiaIp, Madrid, 1976, pág. 9). Francisco Umbral escribió en el diario “El País”: “España no es un tablero de oportunistas. El último fue Escrivá. Los Escrivá, una familia de comerciantes que huyó de noche de Barbastro para evitar a los acreedores” (“El País”, 20/1/86). Según Carandell, el ingreso al seminario de Mons. Escrivá habría sido dictado por las dificultades económicas de su familia (L. Carandell: “Vida y milagros de Monseñor Escrivá de Balaguer”, Editorial Laia, Barcelona, 1975, pág. 118).
Seminario y adolescencia El mismo Escrivá afirmó: “Nunca pensé en hacerme sacerdote, ni en entregarme a Dios... Incluso... me sentía anticlerical” (S. Bernal, op. cit., pág. 55). Pero, ¿cuál era la predisposición de Escrivá cuando tomó la decisión de comenzar los estudios eclesiásticos en el seminario? Él mismo nos responde: “No tenía ni uno sola virtud ni una sola peseta” (id., pág. 31). El insuficiente conocimiento del latín pesó mucho sobre la vida de Escrivá (L. Carandell, op. cit., págs. 142-143). Permaneció en el seminario de Logroño desde octubre de 1918 hasta septiembre de 1920, año en que partió hacia Zaragoza; según Carandell, Escrivá habría sido expulsado del seminario (id., pág. 147).
¿Delirio de grandeza?
El certificado de bautismo, como dice el autor de “Opus Judei”, que se conserva en el registro de la catedral de Barbastro, reza: “En Barbastro, el 13 de enero de 1902, el Padre Ángel Malo..., bautizó solemnemente a un niño nacido a las 22 horas del 9 de enero, hijo legítimo de don José ESCRIBA...” (cfr. J. M. Escriba, “Opus Judei”, pág. 123) Para estar todavía más seguro, me informé y pedí el acta de bautismo de la cual obtuve una fotocopia; ésta menciona exactamente lo mismo. Una nota al margen, añadida en 1943, indica el cambio del apellido por el de Escrivá (L. Carandell, op. cit págs. 79-80). ¿Por qué Mons. Escrivá, que nació “ESCRIBA”, evidentemente experimenta la necesidad de cambiar de apellido, sino para ocultar sus orígenes? Cuando el gran rabino de Roma, Israel Zolli se convirtió sincera y realmente al Cristianismo no cambió de apellido, ni tampoco el rabino Drach o los hermanos Lémann; al contrario, el que cambiaba su apellido era el marrano, que exteriormente se presentaba como cristiano e interiormente y de manera oculta judaizaba (cfr. “Sodalitium”, nº 39, págs. 4-19). Su apellido, pues, todavía era Escriba entre 1915 y 1918, cuando era estudiante en el Instituto secundario de Logroño, pero ya en esa época él firmaba Escrivá. El 16 de junio de 1940, nos informa el autor, apareció un edicto publicado en la Gaceta Oficial del Estado, en virtud del cual los hermanos Carmen, José María y Santiago Escrivá y Albás “eran autorizados a cambiar su apellido por Escrivá de Balaguer”. Entonces, después de 1918 y antes de 1940, Mons. Escrivá ya había cambiado su nombre de Escriba por Escrivá, y en 1940 agregó el título de Balaguer. En resumen, los cambios fueron: 1902) José María Escriba (con la B de Bologna; como se puede leer en el certificado de bautismo). 1915-1918) firma José María Escrivá (con la V de Venecia, y acento en la A). 1940) José María Escrivá de Balaguer. 1960) Josemaría (en una sola palabra) Escrivá de Balaguer. 1968) Josemaría Escrivá de Balaguer y Albás, marqués de Peralta.
“La concesión del título que exhibió a partir de 1968, se encontraba manchada por numerosas anomalías e irregularidades: por ejemplo, en la Diputación de la Nobleza se oculta fraudulentamente, en 1968, la manipulación del apellido Escriba, circunstan- cia que no aparece en el pedido de rehabilitación del título de marqués de Peralta, pedida por Josemaría Escrivá de Balaguer y Albás” (J. M. Escriba, op. cit., pág. 126).
El título de marqués, como dignidad personal e intransferible, fue concedido por el archiduque Carlos de Austria a don Tomás de Peralta el 12 de febrero de 1718, y nunca ningún hijo ni heredero legítimo de don Tomás reivindicó un título intransferible. “Se calcula que la compra del título... costó, en la época, la suma de 250.000 pesetas” (id., pág. 127; cfr. Jesús infante: “La prodigiosa aventura del Opus Dei”, op. cit., pág. 32). El periodista Carandell se pregunta con razón: “¿Qué razón podía justificar el hecho de que Mons. Escrivá, fundador de un Instituto que persigue la santificación de sus miembros, haya pedido un título nobiliario?” (L. Carandell, op. cit. pág. 64). Otro periodista, Juan Gomis, escribió en la revista “El Ciervo” un artículo intitulado ¿Qué es esto, monseñor?, en el cual se preguntaba: “¿ Cómo es posible que un sacerdote aspire a estos honores?” Por su parte, el premio nobel de Literatura Camilo José Cela escribió: “Los religiosos no son ni marqueses ni condes (...) nada de esto es serio, la gente se reirá mucho de este marquesado” (cit. en J. M. Escriba, op. cit., pág. 129).
Coincidencias inquietantes
Después de la muerte del primer ministro israelí Rabin, Mons. Javier Echevarría, actual prelado del Opus Dei, envía sus condolencias... a la Liga Antidifamatoria B’nai B’rith, por intermedio de la Sra. Lisa Palmieri Billig (que, como por casualidad, escribe en “Studi Cattolici”, revista del Opus Dei). Pues sabemos que la Sra. Billig es la representante italiana de B’nai B’rith. Sabemos también que Rabia era masón, como lo ha afirmado Virgilio Gaito (F. Torriero: Ferma é la Massoneria, “L’Italia Settimanale”, 22/02/1996, pág. 29). ¿Cómo es que el actual prelado del Opus Dei y sucesor de Mons. Escrivá y de Álvaro del Portillo, envía sus condolencias a la Sra. Billig “como representante en Italia de la Liga Antidifamatoria B’nai B’rith”? (cfr. carta del 6/11/1996). ¿Y cómo es que un importante y conocido miembro de la Masonería judía escribe en una revista del Opus Dei? Además, cuando murió Mons. Álvaro del Portillo, fue colocado en el suelo sobre un lienzo blanco, no en un lecho o en un cajón, como hacen los cristianos. ¿Un extraño ritual? No, los judíos tienen la costumbre de tender a sus muertos de esta manera, en el suelo, como se puede leer en las “Regole Ebraiche di lutto” (Carucci, ed. Roma, 1980, pág. 17): “LOS DESPOJOS SON... TENDIDOS EN EL SUELO”. ¿Simple coincidencia o criptojudaísmo?
Anomalías ascéticas y pastorales del Opus
Para concluir, quisiera retomar el discurso que había comenzado en “Sodalitium” (cfr. nº 40, págs. 69-71), a propósito de la concepción del trabajo en los escritos de ciertos autores del Opus. Le Tourneau, vocero del Opus, escribe: “Muy a menudo en la vida del pueblo cristiano el trabajo no es tomado como algo bueno en sí, sino como un medio ascético... Después de San Juan Crisóstomo se tiene la impresión que el cristiano medio no está llamado a vivir el Evangelio” (D. Le Tourneau: “El Opus Dei”, pág. 21). Y continúa: “La aparición de las Órdenes mendicantes (...) no comporta la afirmación del valor del trabajo profesional (...) Santo Tomás presenta las ocupaciones seculares como un obstáculo para la contemplación (...) En el curso de los siglos la atención se desvía del trabajo” (id., págs. 22-23). Y finalmente, después de quince siglos de catalepsia vino Escrivá... “Et Labor caro factum est”. Un poco más lejos, el teólogo del Opus precisa: “Una cierta evolución positiva es esbozada por el Renacimiento con hombres como... Erasmo” (pág. 23). Y sobre este punto, el autor cita al mismo Escrivá “El camino de la vocación religiosa me parece... necesario en la Iglesia, pero no es el mío, ni el de los miembros del Opus (...) Viniendo al Opus... lo hice con la condición explícita de no cambiar de estado” (id., pág. 25). Juan Pablo I dijo justamente que SI SAN FRANCISCO DE SALES PROPUSO UNA ESPIRITUALIDAD PARA LOS LAICOS, ESCRIVÁ PROPONE UNA ESPIRITUALIDAD LAICA [!] (id., pág. 26). Juan Morales afirma, después de haber estudiado siete obras de ediciones Rialp (del Opus), que la Obra “es un verdadero caballo de Troya en el seno de la Iglesia” (J. Morales: “El Opus Dei: su verdadera faz”, Madrid, 1991). El autor muestra a fuerza de citas que el espíritu de Mons. Escrivá era no solamente laico sino rotundamente anticlerical. Peter Berglar dice: “Escrivá estaba contento de hacer ordenar sus tres primeros sacerdotes, pero también triste de que no permaneciesen laicos” (P. Berglar: “Opus Dei”, Rialp, Madrid, pág. 218). Salvador Bernal escribe a este respecto: “Para nosotros (Mons. Escrivá), el Sacerdocio es una circunstancia, un accidente, ya que en el Opus la vocación de los sacerdotes y de los seglares es la misma” (S. Bernal: “Monseñor Escrivá de Balaguer”, Rialp, Madrid, pág. 153). Y un poco más lejos: “Las obras apostólicas organizadas por el Opus Dei (...) se gobiernan con una mentalidad laica (...) es por ese motivo que no son confesionales” (id., pág. 30). Estas doctrinas que eran miradas con desconfianza en la España de los años ‘40 (que expresan el culto del trabajo, del dinero, el laicismo, el anticlericalismo, que son la marca característica de la judeomasonería) han sido luego ratificadas por el Vaticano II, como dice Vázquez del Prada (Vázquez del Prada: “El fundador del Opus Dei”, Rialp, Madrid, pág 336): los miembros del Opus Dei no tienen ninguna dificultad en admitir el espíritu esencialmente innovador aunque aparentemente conservador de la Obra (una de las características más engañosas del Opus). A este respecto, José Miguel Ceja afirma: “La novedad de las enseñanzas de Mons. Escrivá (...) las páginas de «Camino» representaban una novedad casi, e incluso sin el casi, escandalosa” (J. M. Ceja: “Estudios sobre «Camino»”, Rialp, Madrid, 1988, pág. 100). Es significativo el hecho que según Escrivá el hombre ha sido creado por Dios no para conocerlo, amarlo y servirlo, sino PARA TRABAJAR, y para probar esta afirmación Mons. Escrivá no duda en desnaturalizar la significación de la Escritura donde se dice que Dios “puso al hombre en el jardín de delicias para cultivarlo” (Génesis, II, 15). El trabajo para el cristiano no es un fin, sino solamente un medio (incluso de santificación). Pare el calvinista y el talmudista, el trabajo puede ser un fin, ¡pero no para el católico! (cfr. “Sodalitium”, nº 40, pág. 70).
El pluralismo
Mons. Escrivá decía que “El pluralismo no es más temido sino amado como una consecuencia legítima de la libertad personal” (“Reportaje a Mons. Escrivá de Balaguer”, ed. Fayard, París, pág. 126). “Su pasión por la libertad lo llevó a transformar las casas del Opus Dei en residencias interconfesionales” (N. Dehan: Un extraño fenómeno pastoral, el Opus Dei, “Le sel de la terre”, nº 11, invierno 1994-1995, pág. 135). Sobre esto, Berglar dice: “Cuando... el fundador obtuvo finalmente... el permiso para admitir en la Obra (...) a no católicos y no cristianos entre los «cooperadores», la familia espiritual del Opus Dei se completó” (P. Berglar “Opus Dei”, Rialp, pág. 244. Cfr. también Vázquez del Prada: “El Fundador del Opus Dei”, pág. 258). ¡Qué lástima que este espíritu ECUMENISTA y PANCRISTIANO haya sido condenado por “Mortalium Animos” de Pío X en 1928, como “alejándose completa-mente de la Religión revelada”!
Poder político del Opus
En 1957, el Generalísimo Francisco Franco formó su 6° gobierno. Entraron nuevos ministros, y muchos de ellos eran tecnócratas; algunos pertenecían al Opus. “La economía española se encontraba en dificultades (...) el Caudillo buscaba hombres eficaces (...) sobre cuatro tecnócratas, tres son del Opus Dei (...) ellos emprendieron las reformas y comenzaron el aggiornamento (...) Cuanto más aumenta la influencia de ministros del Opus, más disminuye la de la Falange (...) Grupos de altos financistas llegaron a España (...) ellos elaboraron un plan de estabilización y prometieron que su aceptación aportaría toda clase de ventajas: la peseta se estabilizaría, el gobierno americano y los bancos estadounidenses (...) ayudarían. Sostenido por los economistas del Opus, el plan fue aceptado oficialmente por el gobierno en julio de 1959 (...) Estos tecnócratas obnubilados por la productividad, el éxito material a todo precio (...) tras sacrificar la parte alta, noble o espiritual del individuo para obtener el éxito, luego llamaron a los financistas internacionales, los políticos mundialistas. La España preservada, al menos oficialmente y por leyes, de la corrupción moral (...) ha abierto (gracias al Opus Dei) sus fronteras (...) para hacer entrar dinero (...) En 1961... las hordas occidentales trajeron a las playas españolas mil millones de dólares y los espectáculos inmorales y el fermento de corrupción del liberalismo. ¿España ha sacado verdadero provecho?” (N. Dehan, op. cit,, págs. 147-148). Distingo: en cuanto al trabajo (“opusdeísticamente” hablando, como fin del hombre), sí. Pero en cuanto al Reino de los Cielos (cristianamente hablando), pienso verdaderamente que no.
Conclusión
Me parece que el dilema ante el cual nos encontrábamos al comienzo del artículo: OPUS DEI U OPUS JUDEI, puede ser fácilmente resuelto por el lector.
Introducción Ya había escrito sobre el tema del Opus Dei, cuando por casualidad di con un folleto escrito por un vocero de la Obra que me hizo reflexionar. En efecto, en él se lee: “Un día «Camino» fue quemado públicamente en un colegio de religiosas en Barcelona, ciudad en la cual el gobernador había dado orden de arrestar a Mons. Escrivá. El fundador había sido igualmente denunciado al Tribunal militar especial para la represión de la francmasonería; sus detractores cal al Opus Dei corno «esa rama judía de la masonería», o «esa secta judía en relación con la masonería»” (D. Le Tourneau, “El Opus Dei”, P.U.D.F., París, 1984). El tema me impactó y traté de profundizar sobre el asunto. Recuerdo que la revista “30 Giorni” abordó el problema. En el n° 5, de mayo de 1990, encontré un interesante artículo de Marina Ricci, en el cual se leía: “A fines de agosto de 1939 el Opus Dei abrió un oratorio... en Madrid. Se decía que estaba decorado con signos cabalísticos y masónicos” (M. Ricci: Presto un’aureola per Escrivá, “30 Giorni”, 5/5/90, pág. 14). Y también: “En 1941 (...) Escrivá (fue) denunciado al Tribunal especial para la represión de los crímenes de la masonería y del comunismo (...) Escrivá (...) fue igualmente denunciado en 1941 a las autoridades civiles de Barcelona. La acusación siempre era la misma: se afirmaba que bajo el nombre de Opus Dei se ocultaba una rama judía de la masonería (...) En un convento de religiosas carmelitas fue quemada públicamente una copia de «Camino», el primer libro escrito por Escrivá” (ibidem, pág. 15). Esta coincidencia me sorprendió, nunca hubiese imaginado una cosa parecida. Salvo que hallé por casualidad una serie de otros artículos muy interesantes que añadían otras informaciones a estos textos; Fabio Andriola entrevistó al gran maestre del Gran Oriente de Italia, el abogado Virgilio Gaito, y le preguntó: “¿Cuáles son las relaciones entre ustedes y la así llamada «masonería católica»? Pienso, respondió Gaito, que el Opus Dei tiene una visión universal muy amplia... Este Mario Conde... que hoy tiene el honor de las crónicas es un célebre representante del Opus Dei, y está también en el consejo de administración de una cierta sociedad que tiene como jefe al ex gran maestre Di Bernardo” (F. Andriola: La Loggia é una cara di vetro, en “L’Italia Settimanale”, 26/1/94, pág. 72). Además, el mismo Gaito reveló a “30 Giorni”: “En Lucerna, Suiza, Di Bernardo creó la Fundación Dignity. La preside el profesor Vittorio Mathieu que, me parece, pertenece al Opus Dei, y participa Giorgio Cavallo, ex rector de la Universidad de Turín, ex inscripto en la Logia P-2 (...) Está (...) el financista «opusdeísta» Mario Conde...” (G. Cubbeddu: Giuliano il teista, en “30 Giorni”, febrero de 1994, pág. 29). Pero esto no termina aquí. En un libro muy documentado se lee: “Fue Giuliano Di Bernardo quien, en 1970, pidió la inscripción en la Logia P-2... Los medios financieros y los fines de la Fundación Dignity parecen poco claros... Este organismo del cual es presidente Di Bernardo... y el banquero español Mario Conde, uno de los principales inspiradores... De la Fundación dependen una academia filosófica y un instituto de tradiciones místicas. Este último prepara un congreso sobre «el misticismo judío y cristiano»... el financista no sería otro que Mario Conde... próximo al Opus Dei. Entre los posibles mecenas de la Fundación Dignity se encuentra también Marc Rich... citado por Di Bernardo como dispensador de cursos de esoterismo judío...” (F. Andriola - M. Arcidiacono: “L’anno dei complotti”, Baldini y Castoldi, Milán, 1995, págs. 322-323).
¿Opus Dei u Opus Judei?
Pero el hecho que más me sorprendió fue un libro que me enviaron desde Colombia, titulado “Opus JUDEI”, escrito por José María Escriba (seguramente se trata de un seudónimo), publicado en 1994 por Orión Editores en Bogotá (Colombia). Este libro proporciona muchas informaciones que me resultaban completamente desconocidas sobre la vida, la doctrina y la obra de Mons. Escrivá. No todo es para tomar al pie de la letra, pero me parece que algunas afirmaciones están documentadas y son serias. Las someto al lector tal como el autor las presenta. Ante todo, el autor sostiene que muchas biografías elogiosas de Mons. Escrivá están llenas de inexactitudes: se le atribuyen una serie de estudios y de títulos sin ninguna justificación. “Por ejemplo que era Superior del Seminario San Francisco de Paula de Zaragoza... que fue profesor de Derecho Económico y de Derecho Romano en Zaragoza y en Madrid... que obtuvo la licenciatura en Teología en la Pontificia Universidad de Zaragoza...” (J. M. Escriba: “Opus Judei”, ed. Orión, Bogotá, 1994, pág. 74).
La familia de Mons. Escrivá José María Escriba Albás fue el segundo de seis hermanos. Nació el 9 de enero de 1902, en Barbastro, Huesca. Su padre, José Escriba Corzan se dedicó al comercio de tejidos (S. Bernal: “Monseñor Josemaría Escrivá de Balaguer”, RiaIp, Madrid, 1976, pág. 9). Francisco Umbral escribió en el diario “El País”: “España no es un tablero de oportunistas. El último fue Escrivá. Los Escrivá, una familia de comerciantes que huyó de noche de Barbastro para evitar a los acreedores” (“El País”, 20/1/86). Según Carandell, el ingreso al seminario de Mons. Escrivá habría sido dictado por las dificultades económicas de su familia (L. Carandell: “Vida y milagros de Monseñor Escrivá de Balaguer”, Editorial Laia, Barcelona, 1975, pág. 118).
Seminario y adolescencia El mismo Escrivá afirmó: “Nunca pensé en hacerme sacerdote, ni en entregarme a Dios... Incluso... me sentía anticlerical” (S. Bernal, op. cit., pág. 55). Pero, ¿cuál era la predisposición de Escrivá cuando tomó la decisión de comenzar los estudios eclesiásticos en el seminario? Él mismo nos responde: “No tenía ni uno sola virtud ni una sola peseta” (id., pág. 31). El insuficiente conocimiento del latín pesó mucho sobre la vida de Escrivá (L. Carandell, op. cit., págs. 142-143). Permaneció en el seminario de Logroño desde octubre de 1918 hasta septiembre de 1920, año en que partió hacia Zaragoza; según Carandell, Escrivá habría sido expulsado del seminario (id., pág. 147).
¿Delirio de grandeza?
El certificado de bautismo, como dice el autor de “Opus Judei”, que se conserva en el registro de la catedral de Barbastro, reza: “En Barbastro, el 13 de enero de 1902, el Padre Ángel Malo..., bautizó solemnemente a un niño nacido a las 22 horas del 9 de enero, hijo legítimo de don José ESCRIBA...” (cfr. J. M. Escriba, “Opus Judei”, pág. 123) Para estar todavía más seguro, me informé y pedí el acta de bautismo de la cual obtuve una fotocopia; ésta menciona exactamente lo mismo. Una nota al margen, añadida en 1943, indica el cambio del apellido por el de Escrivá (L. Carandell, op. cit págs. 79-80). ¿Por qué Mons. Escrivá, que nació “ESCRIBA”, evidentemente experimenta la necesidad de cambiar de apellido, sino para ocultar sus orígenes? Cuando el gran rabino de Roma, Israel Zolli se convirtió sincera y realmente al Cristianismo no cambió de apellido, ni tampoco el rabino Drach o los hermanos Lémann; al contrario, el que cambiaba su apellido era el marrano, que exteriormente se presentaba como cristiano e interiormente y de manera oculta judaizaba (cfr. “Sodalitium”, nº 39, págs. 4-19). Su apellido, pues, todavía era Escriba entre 1915 y 1918, cuando era estudiante en el Instituto secundario de Logroño, pero ya en esa época él firmaba Escrivá. El 16 de junio de 1940, nos informa el autor, apareció un edicto publicado en la Gaceta Oficial del Estado, en virtud del cual los hermanos Carmen, José María y Santiago Escrivá y Albás “eran autorizados a cambiar su apellido por Escrivá de Balaguer”. Entonces, después de 1918 y antes de 1940, Mons. Escrivá ya había cambiado su nombre de Escriba por Escrivá, y en 1940 agregó el título de Balaguer. En resumen, los cambios fueron: 1902) José María Escriba (con la B de Bologna; como se puede leer en el certificado de bautismo). 1915-1918) firma José María Escrivá (con la V de Venecia, y acento en la A). 1940) José María Escrivá de Balaguer. 1960) Josemaría (en una sola palabra) Escrivá de Balaguer. 1968) Josemaría Escrivá de Balaguer y Albás, marqués de Peralta.
“La concesión del título que exhibió a partir de 1968, se encontraba manchada por numerosas anomalías e irregularidades: por ejemplo, en la Diputación de la Nobleza se oculta fraudulentamente, en 1968, la manipulación del apellido Escriba, circunstan- cia que no aparece en el pedido de rehabilitación del título de marqués de Peralta, pedida por Josemaría Escrivá de Balaguer y Albás” (J. M. Escriba, op. cit., pág. 126).
El título de marqués, como dignidad personal e intransferible, fue concedido por el archiduque Carlos de Austria a don Tomás de Peralta el 12 de febrero de 1718, y nunca ningún hijo ni heredero legítimo de don Tomás reivindicó un título intransferible. “Se calcula que la compra del título... costó, en la época, la suma de 250.000 pesetas” (id., pág. 127; cfr. Jesús infante: “La prodigiosa aventura del Opus Dei”, op. cit., pág. 32). El periodista Carandell se pregunta con razón: “¿Qué razón podía justificar el hecho de que Mons. Escrivá, fundador de un Instituto que persigue la santificación de sus miembros, haya pedido un título nobiliario?” (L. Carandell, op. cit. pág. 64). Otro periodista, Juan Gomis, escribió en la revista “El Ciervo” un artículo intitulado ¿Qué es esto, monseñor?, en el cual se preguntaba: “¿ Cómo es posible que un sacerdote aspire a estos honores?” Por su parte, el premio nobel de Literatura Camilo José Cela escribió: “Los religiosos no son ni marqueses ni condes (...) nada de esto es serio, la gente se reirá mucho de este marquesado” (cit. en J. M. Escriba, op. cit., pág. 129).
Coincidencias inquietantes
Después de la muerte del primer ministro israelí Rabin, Mons. Javier Echevarría, actual prelado del Opus Dei, envía sus condolencias... a la Liga Antidifamatoria B’nai B’rith, por intermedio de la Sra. Lisa Palmieri Billig (que, como por casualidad, escribe en “Studi Cattolici”, revista del Opus Dei). Pues sabemos que la Sra. Billig es la representante italiana de B’nai B’rith. Sabemos también que Rabia era masón, como lo ha afirmado Virgilio Gaito (F. Torriero: Ferma é la Massoneria, “L’Italia Settimanale”, 22/02/1996, pág. 29). ¿Cómo es que el actual prelado del Opus Dei y sucesor de Mons. Escrivá y de Álvaro del Portillo, envía sus condolencias a la Sra. Billig “como representante en Italia de la Liga Antidifamatoria B’nai B’rith”? (cfr. carta del 6/11/1996). ¿Y cómo es que un importante y conocido miembro de la Masonería judía escribe en una revista del Opus Dei? Además, cuando murió Mons. Álvaro del Portillo, fue colocado en el suelo sobre un lienzo blanco, no en un lecho o en un cajón, como hacen los cristianos. ¿Un extraño ritual? No, los judíos tienen la costumbre de tender a sus muertos de esta manera, en el suelo, como se puede leer en las “Regole Ebraiche di lutto” (Carucci, ed. Roma, 1980, pág. 17): “LOS DESPOJOS SON... TENDIDOS EN EL SUELO”. ¿Simple coincidencia o criptojudaísmo?
Anomalías ascéticas y pastorales del Opus
Para concluir, quisiera retomar el discurso que había comenzado en “Sodalitium” (cfr. nº 40, págs. 69-71), a propósito de la concepción del trabajo en los escritos de ciertos autores del Opus. Le Tourneau, vocero del Opus, escribe: “Muy a menudo en la vida del pueblo cristiano el trabajo no es tomado como algo bueno en sí, sino como un medio ascético... Después de San Juan Crisóstomo se tiene la impresión que el cristiano medio no está llamado a vivir el Evangelio” (D. Le Tourneau: “El Opus Dei”, pág. 21). Y continúa: “La aparición de las Órdenes mendicantes (...) no comporta la afirmación del valor del trabajo profesional (...) Santo Tomás presenta las ocupaciones seculares como un obstáculo para la contemplación (...) En el curso de los siglos la atención se desvía del trabajo” (id., págs. 22-23). Y finalmente, después de quince siglos de catalepsia vino Escrivá... “Et Labor caro factum est”. Un poco más lejos, el teólogo del Opus precisa: “Una cierta evolución positiva es esbozada por el Renacimiento con hombres como... Erasmo” (pág. 23). Y sobre este punto, el autor cita al mismo Escrivá “El camino de la vocación religiosa me parece... necesario en la Iglesia, pero no es el mío, ni el de los miembros del Opus (...) Viniendo al Opus... lo hice con la condición explícita de no cambiar de estado” (id., pág. 25). Juan Pablo I dijo justamente que SI SAN FRANCISCO DE SALES PROPUSO UNA ESPIRITUALIDAD PARA LOS LAICOS, ESCRIVÁ PROPONE UNA ESPIRITUALIDAD LAICA [!] (id., pág. 26). Juan Morales afirma, después de haber estudiado siete obras de ediciones Rialp (del Opus), que la Obra “es un verdadero caballo de Troya en el seno de la Iglesia” (J. Morales: “El Opus Dei: su verdadera faz”, Madrid, 1991). El autor muestra a fuerza de citas que el espíritu de Mons. Escrivá era no solamente laico sino rotundamente anticlerical. Peter Berglar dice: “Escrivá estaba contento de hacer ordenar sus tres primeros sacerdotes, pero también triste de que no permaneciesen laicos” (P. Berglar: “Opus Dei”, Rialp, Madrid, pág. 218). Salvador Bernal escribe a este respecto: “Para nosotros (Mons. Escrivá), el Sacerdocio es una circunstancia, un accidente, ya que en el Opus la vocación de los sacerdotes y de los seglares es la misma” (S. Bernal: “Monseñor Escrivá de Balaguer”, Rialp, Madrid, pág. 153). Y un poco más lejos: “Las obras apostólicas organizadas por el Opus Dei (...) se gobiernan con una mentalidad laica (...) es por ese motivo que no son confesionales” (id., pág. 30). Estas doctrinas que eran miradas con desconfianza en la España de los años ‘40 (que expresan el culto del trabajo, del dinero, el laicismo, el anticlericalismo, que son la marca característica de la judeomasonería) han sido luego ratificadas por el Vaticano II, como dice Vázquez del Prada (Vázquez del Prada: “El fundador del Opus Dei”, Rialp, Madrid, pág 336): los miembros del Opus Dei no tienen ninguna dificultad en admitir el espíritu esencialmente innovador aunque aparentemente conservador de la Obra (una de las características más engañosas del Opus). A este respecto, José Miguel Ceja afirma: “La novedad de las enseñanzas de Mons. Escrivá (...) las páginas de «Camino» representaban una novedad casi, e incluso sin el casi, escandalosa” (J. M. Ceja: “Estudios sobre «Camino»”, Rialp, Madrid, 1988, pág. 100). Es significativo el hecho que según Escrivá el hombre ha sido creado por Dios no para conocerlo, amarlo y servirlo, sino PARA TRABAJAR, y para probar esta afirmación Mons. Escrivá no duda en desnaturalizar la significación de la Escritura donde se dice que Dios “puso al hombre en el jardín de delicias para cultivarlo” (Génesis, II, 15). El trabajo para el cristiano no es un fin, sino solamente un medio (incluso de santificación). Pare el calvinista y el talmudista, el trabajo puede ser un fin, ¡pero no para el católico! (cfr. “Sodalitium”, nº 40, pág. 70).
El pluralismo
Mons. Escrivá decía que “El pluralismo no es más temido sino amado como una consecuencia legítima de la libertad personal” (“Reportaje a Mons. Escrivá de Balaguer”, ed. Fayard, París, pág. 126). “Su pasión por la libertad lo llevó a transformar las casas del Opus Dei en residencias interconfesionales” (N. Dehan: Un extraño fenómeno pastoral, el Opus Dei, “Le sel de la terre”, nº 11, invierno 1994-1995, pág. 135). Sobre esto, Berglar dice: “Cuando... el fundador obtuvo finalmente... el permiso para admitir en la Obra (...) a no católicos y no cristianos entre los «cooperadores», la familia espiritual del Opus Dei se completó” (P. Berglar “Opus Dei”, Rialp, pág. 244. Cfr. también Vázquez del Prada: “El Fundador del Opus Dei”, pág. 258). ¡Qué lástima que este espíritu ECUMENISTA y PANCRISTIANO haya sido condenado por “Mortalium Animos” de Pío X en 1928, como “alejándose completa-mente de la Religión revelada”!
Poder político del Opus
En 1957, el Generalísimo Francisco Franco formó su 6° gobierno. Entraron nuevos ministros, y muchos de ellos eran tecnócratas; algunos pertenecían al Opus. “La economía española se encontraba en dificultades (...) el Caudillo buscaba hombres eficaces (...) sobre cuatro tecnócratas, tres son del Opus Dei (...) ellos emprendieron las reformas y comenzaron el aggiornamento (...) Cuanto más aumenta la influencia de ministros del Opus, más disminuye la de la Falange (...) Grupos de altos financistas llegaron a España (...) ellos elaboraron un plan de estabilización y prometieron que su aceptación aportaría toda clase de ventajas: la peseta se estabilizaría, el gobierno americano y los bancos estadounidenses (...) ayudarían. Sostenido por los economistas del Opus, el plan fue aceptado oficialmente por el gobierno en julio de 1959 (...) Estos tecnócratas obnubilados por la productividad, el éxito material a todo precio (...) tras sacrificar la parte alta, noble o espiritual del individuo para obtener el éxito, luego llamaron a los financistas internacionales, los políticos mundialistas. La España preservada, al menos oficialmente y por leyes, de la corrupción moral (...) ha abierto (gracias al Opus Dei) sus fronteras (...) para hacer entrar dinero (...) En 1961... las hordas occidentales trajeron a las playas españolas mil millones de dólares y los espectáculos inmorales y el fermento de corrupción del liberalismo. ¿España ha sacado verdadero provecho?” (N. Dehan, op. cit,, págs. 147-148). Distingo: en cuanto al trabajo (“opusdeísticamente” hablando, como fin del hombre), sí. Pero en cuanto al Reino de los Cielos (cristianamente hablando), pienso verdaderamente que no.
Conclusión
Me parece que el dilema ante el cual nos encontrábamos al comienzo del artículo: OPUS DEI U OPUS JUDEI, puede ser fácilmente resuelto por el lector.
ALGUNAS AFIRMACIONES DEL FUNDADOR DEL OPUS DEI SOBRE
LOS JUDIOS Y TESTIMONIOS DE ALGUNAS PERSONALIDADES JUDÍAS
SOBRE EL OPUS DEI Y SU FUNDADOR
El fundador del Opus Dei tuvo los brazos abiertos, como sacerdote católico, hacia las personas de todas las religiones: judíos, musulmanes, cristianos de las diversas ramas protestantes, etc. Muchas de esas personas son cooperadoras del Opus Dei.
Palabras de san Josemaría Escrivá sobre los judíos
Tertulia en Tabancura (Chile). 5 de Julio de 1974 -“Padre, yo soy judía”
-“Mira, yo te voy a decir una cosa que te va a dar mucha alegría. Yo…, y lo he aprendido de este hijo mío, (señala a Don Álvaro del Portillo), tengo que decirte que el primer amor de mi vida es un hebreo: Jesús, Jesús de Nazaret. ¡De tu raza! Y el segundo, María Santísima, Virgen y Madre, Madre de ese hebreo y madre mía y madre tuya. ¿Va bien así?
-“Sí Padre.”
Encuentro en Venezuela, 1975.
Existe un documento fílmico.
En un encuentro con Josemaría Escrivá en Altoclaro (Caracas, Venezuela), celebrado el 14 de febrero de 1975, al que asistían cinco mil personas, un hombre de mediana edad se levantó desde el público para hacerle una pregunta:
—“Gracias Padre. Padre yo soy hebreo...”
—“Yo amo mucho a los hebreos—dijo inmediatamente el fundador del Opus Dei--, porque amo a Jesucristo con locura, que es hebreo. No digo era, sino es: Iesus Christus heri et hodie, ipse et insaecula. Jesucristo sigue viviendo, y es hebreo como tú.
Y el segundo amor de mi vida es una hebrea, María Santísima, Madre de Jesucristo. De modo que te miro con cariño. Sigue.”
—“Yo creo que ya la pregunta está respondida, Padre” —concluyó su interlocutor.
Declaraciones de personalidades judías sobre el Opus Dei
El Señor Todopoderoso se manifestó como Creador de la Humanidad haciendo su trabajo durante seis días. Según la tradición de Israel, el instrumento de trabajo con que ralizó su labor es su Verbo, la Torah, anterior a la Creación misma, pero esencia del Creador. Toda la Creación fue hecha para goce y regocijo del ser humano, que lleva la imagen y semejanza de Dios. Y la obra del Creador finalizó con la creación del descanso llamado Shabbat. “Se trabajará seis días, pero día séptimo será día de descanso completo, dedicado a Yavé... Los hijos de Israel guardarán el sábado y lo celebrarán por todas las generaciones... Será entre mí y ellos una señal perpetua, pues en seis días hizo Yavé los cielos y la tierra, y el séptimo día cesó en su obra y descansó” (Éxodo, XXXI, 15-17).
Como precepto más sagrado de la religión judía, la observancia del descanso sabático está basada, pues, en el deber de trabajar durante seis días, los mismos que había durado la Creación. Según el Génesis, Dios puso al hombre en el jardín de Edén para que lo cuidase y cultivase. Por tanto, considerado en su origen, el trabajo no es un castigo, sino un deber que lleva consigo la bendición divina.
Esto es lo mismo que nos dice Mons. Escrivá de Balaguer en el número 482 de su libro Surco: “El trabajo es la vocación inicial del hombre; es una bendición de Dios, y se equivocan lamentablemente quienes lo consideran un castigo. El Señor, el mejor de los padres, colocó al primer hombre en el Paraíso ut operaretur, para que trabajara”.
Cuando el cuarto precepto del Decálogo dispone (Ex. XX, 9 y s.): “Seis días trabajarás, y en ellos harás todas tus obras; pero el séptimo día es día de descanso, consagrado a Yavé, tu Dios”, está dejando muy claro que no es posible cumplir con el precepto del Shabbat si no se ha cumplido antes el deber de trabajar.
Cumplir bien este deber es tanto como santificar el trabajo, y con ello actuar el hombre según su condición de imagen y semejanza de Dios. Así lo explica también el Beato en el núm. 520 del mismo libro: “Algunos se mueven con prejuicios en el trabajo: por principio, no se fían de nadie y, desde luego, no entienden la necesidad de buscar la santificación de su oficio. Si les hablas, te responden que no les añadas otra carga a la de su propia labor, que soportan de mala gana, como un peso.–Esta es una de las batallas de paz que hay que vencer: encontrar a Dios en la ocupación y -con Él y como Él- servir a los demás”.
En hebreo, la palabra correspondiente a “trabajo” –avat– se aplica también al culto religioso; de tal manera que entendemos la adoración como trabajo santo, y el trabajo mismo como santa adoración. En Pirke Avot, el tratado ético del Talmud, Rabi Shimon el Justo dice: “Sobre tres pilares se sostiene el mundo: la Torah [Ley, Luz, Verbo Divino, Pentateuco]; la Avoda [trabajo, culto divino, servicio], y la práctica del bien entre los hombres”. Este pincipio talmúdico nos está dejando claro que el verdadero servicio a Dios se logra a través de la santificación del trabajo diario.
Por su parte, el Beato relaciona el trabajo con la oración cuando en Surco, núm. 497, dice: “Trabajemos, y trabajemos mucho y bien, sin olvidar que nuestra mejor arma es la oración. Por eso, no me canso de repetir que hemos de ser almas contemplativas en medio del mundo, que procuran convertir su trabajo en oración”.
En otro párrafo del tratado antes citado, Rabi Tarfón escribe: “El día es corto; el trabajo, inmenso; los obreros, indolentes; el salario, considerable, y el Empleador [divino], exigente”. Por ello se entiende que Mons. Escrivá de Balaguer diga en el núm. 49 de Forja “Cualquier trabajo, aun el más escondido, aun el más insignificante, ofrecido al Señor, ¡lleva la fuerza de la vida de Dios!”.
“Cuando creó la Fundación Samuel Camhi puso una condición expresa: que la formación moral de Junkabal se encomendase al Opus Dei. '¿Por qué hizo eso? -me preguntan a veces-. Ninguno de ustedes son católicos'. Es cierto, todos nosotros somos hebreos de raza y de religión; papá vivió y murió judío; pero sabía que de ese modo se garantizaba en Junkabal un ambiente sin discrimaciones. 'Si allí está el Opus Dei -pensaba- habrá libertad religiosa'.
Hace tiempo hice una escultura para Junkabal: son dos manos que arropan y protegen a un niño desvalido. Son las manos de papá. Quise expresar cual era el oriente de su vida: ayudar a los que trabajan con los más necesitados. En una ocasión visitó a Monseñor Escrivá, que le agradeció la ayuda que prestaba.
Entonces papá le dijo: 'Monseñor, yo quiero recordarle, en primer lugar, que no soy católico. Y en segundo lugar... ¡que soy judío!' Pero para Monseñor eso no significaba ninguna barrera. '¡Ven a mis brazos!' le dijo, mientras le abrazaba.
A partir de entonces Monseñor nos escribía siempre; por el cumpleaños de papá o en fechas especiales. Y afirmaba papá que nunca nadie le había tratado con tanto cariño. Cfr. RODRÍGUEZ PEDRAZUELA, A. Un mar sin orillas. El trabajo del Opus Dei en Centroamérica, Rialp, Madrid, 1999, pág. 196.
Cfr. “Respeto a la verdad”, artículo publicado enABC (Sevilla), 12-I-1992, pág. 40.
LOS JUDIOS Y TESTIMONIOS DE ALGUNAS PERSONALIDADES JUDÍAS
SOBRE EL OPUS DEI Y SU FUNDADOR
El fundador del Opus Dei tuvo los brazos abiertos, como sacerdote católico, hacia las personas de todas las religiones: judíos, musulmanes, cristianos de las diversas ramas protestantes, etc. Muchas de esas personas son cooperadoras del Opus Dei.
Palabras de san Josemaría Escrivá sobre los judíos
Tertulia en Tabancura (Chile). 5 de Julio de 1974 -“Padre, yo soy judía”
-“Mira, yo te voy a decir una cosa que te va a dar mucha alegría. Yo…, y lo he aprendido de este hijo mío, (señala a Don Álvaro del Portillo), tengo que decirte que el primer amor de mi vida es un hebreo: Jesús, Jesús de Nazaret. ¡De tu raza! Y el segundo, María Santísima, Virgen y Madre, Madre de ese hebreo y madre mía y madre tuya. ¿Va bien así?
-“Sí Padre.”
Encuentro en Venezuela, 1975.
Existe un documento fílmico.
En un encuentro con Josemaría Escrivá en Altoclaro (Caracas, Venezuela), celebrado el 14 de febrero de 1975, al que asistían cinco mil personas, un hombre de mediana edad se levantó desde el público para hacerle una pregunta:
—“Gracias Padre. Padre yo soy hebreo...”
—“Yo amo mucho a los hebreos—dijo inmediatamente el fundador del Opus Dei--, porque amo a Jesucristo con locura, que es hebreo. No digo era, sino es: Iesus Christus heri et hodie, ipse et insaecula. Jesucristo sigue viviendo, y es hebreo como tú.
Y el segundo amor de mi vida es una hebrea, María Santísima, Madre de Jesucristo. De modo que te miro con cariño. Sigue.”
—“Yo creo que ya la pregunta está respondida, Padre” —concluyó su interlocutor.
Declaraciones de personalidades judías sobre el Opus Dei
- Ben Haneman es médico y profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de New South Wales. Actualmente, vive en Sidney, Australia. Es cooperador del Opus Dei, sobre el que ha afirmado:
"Por ser judío, creo en Dios y, por tanto, en el hombre y su espiritualidad. Cualquier iniciativa guiada por motivos espirituales más que materiales, tiene automáticamente mi ayuda.
En las labores educativas promovidas por personas del Opus Dei encontré hombres y mujeres preparados que desempeñan su trabajo con este fin: inyectar vida espiritual a este mundo nuestro.
Congenio muy bien con este ideal. Ser cooperador ha sido para mí una gran ayuda, mi vida se ha enriquecido y no me ha supuesto ningún problema con respecto a mi condición de judío".
- Ana Schuster comentaba en una carta remitida al diario La Nación, de Buenos Aires el 14 enero de 1992.
"Con referencia a la relación de monseñor Escrivá de Balaguer con los judíos, mencionada en una nota aparecida en La Nación el 9 de enero, querría aportar mi testimonio personal. En 1970 viajé a Israel para visitar y pasar una temporada con mi familia. Mi madre y una hermana vivían en Tel Aviv. En Jerusalén tenía a mi hija, su marido y dos nietas, una hermana y varias sobrinas.
Me detuve unos días en Roma para asistir a una audiencia con monseñor Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, pues deseaba editar su libro 'Camino' en hebreo; estaba trabajando sobre una traducción anterior, con bastantes imperfecciones, para poder editarlo.
No bien nos sentamos, me preguntó con sumo interés por mi familia, si se encontraban todos bien y contentos. Luego me dijo: 'Yo quiero mucho a los judíos; mis tres grandes amores son judíos: Jesús, María y José. Tengo varios amigos judíos, que practican su religión, a quienes quiero muchísimo y lo mismo ellos sienten eso por mí; sé que no se convertirán'.
Elogió mucho las virtudes de mi pueblo y me repitió varias veces que debía querer mucho a los míos. Al final, me dijo que bendeciría la obra que estaba realizando".
- Viktor E. Frankl, prestigioso psiquiatra judío, autor de El hombre en busca de sentido, donde relata sus terribles experiencias en un campo de concentración nazi, escribió esta carta sobre Josemaría Escrivá.
- Julian L. Simon, Judío, profesor de Administración de Empresas en la Universidad de Maryland, doctor Honoris Causa por la Universidad de Navarra. El 22-IX-1997 dirigió esta carta al Editor del Washington Post Book World:
Las personas del Opus Dei que conozco nunca me han preguntado por mis creencias religiosas. Creo adivinar dos razones para su comportamiento: 1) la delicadeza, porque saben que soy judío; y 2) la sensación de que soy una persona irreligiosa por naturaleza. Ellos simplemente me tratan como una persona de bien que les ha provisto de unos conocimientos científicos que encuentran valiosos.
El Señor Todopoderoso se manifestó como Creador de la Humanidad haciendo su trabajo durante seis días. Según la tradición de Israel, el instrumento de trabajo con que ralizó su labor es su Verbo, la Torah, anterior a la Creación misma, pero esencia del Creador. Toda la Creación fue hecha para goce y regocijo del ser humano, que lleva la imagen y semejanza de Dios. Y la obra del Creador finalizó con la creación del descanso llamado Shabbat. “Se trabajará seis días, pero día séptimo será día de descanso completo, dedicado a Yavé... Los hijos de Israel guardarán el sábado y lo celebrarán por todas las generaciones... Será entre mí y ellos una señal perpetua, pues en seis días hizo Yavé los cielos y la tierra, y el séptimo día cesó en su obra y descansó” (Éxodo, XXXI, 15-17).
Como precepto más sagrado de la religión judía, la observancia del descanso sabático está basada, pues, en el deber de trabajar durante seis días, los mismos que había durado la Creación. Según el Génesis, Dios puso al hombre en el jardín de Edén para que lo cuidase y cultivase. Por tanto, considerado en su origen, el trabajo no es un castigo, sino un deber que lleva consigo la bendición divina.
Esto es lo mismo que nos dice Mons. Escrivá de Balaguer en el número 482 de su libro Surco: “El trabajo es la vocación inicial del hombre; es una bendición de Dios, y se equivocan lamentablemente quienes lo consideran un castigo. El Señor, el mejor de los padres, colocó al primer hombre en el Paraíso ut operaretur, para que trabajara”.
Cuando el cuarto precepto del Decálogo dispone (Ex. XX, 9 y s.): “Seis días trabajarás, y en ellos harás todas tus obras; pero el séptimo día es día de descanso, consagrado a Yavé, tu Dios”, está dejando muy claro que no es posible cumplir con el precepto del Shabbat si no se ha cumplido antes el deber de trabajar.
Cumplir bien este deber es tanto como santificar el trabajo, y con ello actuar el hombre según su condición de imagen y semejanza de Dios. Así lo explica también el Beato en el núm. 520 del mismo libro: “Algunos se mueven con prejuicios en el trabajo: por principio, no se fían de nadie y, desde luego, no entienden la necesidad de buscar la santificación de su oficio. Si les hablas, te responden que no les añadas otra carga a la de su propia labor, que soportan de mala gana, como un peso.–Esta es una de las batallas de paz que hay que vencer: encontrar a Dios en la ocupación y -con Él y como Él- servir a los demás”.
En hebreo, la palabra correspondiente a “trabajo” –avat– se aplica también al culto religioso; de tal manera que entendemos la adoración como trabajo santo, y el trabajo mismo como santa adoración. En Pirke Avot, el tratado ético del Talmud, Rabi Shimon el Justo dice: “Sobre tres pilares se sostiene el mundo: la Torah [Ley, Luz, Verbo Divino, Pentateuco]; la Avoda [trabajo, culto divino, servicio], y la práctica del bien entre los hombres”. Este pincipio talmúdico nos está dejando claro que el verdadero servicio a Dios se logra a través de la santificación del trabajo diario.
Por su parte, el Beato relaciona el trabajo con la oración cuando en Surco, núm. 497, dice: “Trabajemos, y trabajemos mucho y bien, sin olvidar que nuestra mejor arma es la oración. Por eso, no me canso de repetir que hemos de ser almas contemplativas en medio del mundo, que procuran convertir su trabajo en oración”.
En otro párrafo del tratado antes citado, Rabi Tarfón escribe: “El día es corto; el trabajo, inmenso; los obreros, indolentes; el salario, considerable, y el Empleador [divino], exigente”. Por ello se entiende que Mons. Escrivá de Balaguer diga en el núm. 49 de Forja “Cualquier trabajo, aun el más escondido, aun el más insignificante, ofrecido al Señor, ¡lleva la fuerza de la vida de Dios!”.
- Rabino Prof. Angel Kreiman Brill Argentino. Presidente de la Confraternidad Judeo-Cristiana de Chile y delegado para Hispanoamérica del International Council of Christian and Jews. Abogado, doctor Honoris Causa en Teología por el Seminario Teológico de América. Residió en Argentina hasta el fallecimiento de su esposa a causa del atentado contra la sede de la AMIA, Institución central de la Comunidad Judía de Argentina. Luego se trasladó a Chile, donde fue Gran Rabino durante veinte años. Es Cooperador del Opus Dei. Ha escrito:
«Me motiva de manera especial la idea de santificar el trabajo y hacer presente a Dios, en cada una de nuestras actividades tratando de perfeccionarnos y perfeccionar la obra del Creador por ser nosotros cocreadores o socios de Dios en la obra de la creación».
- Jacobo Camhi, hijo de Samuel Camhi Ley, Empresario judío guatemalteco.
“Cuando creó la Fundación Samuel Camhi puso una condición expresa: que la formación moral de Junkabal se encomendase al Opus Dei. '¿Por qué hizo eso? -me preguntan a veces-. Ninguno de ustedes son católicos'. Es cierto, todos nosotros somos hebreos de raza y de religión; papá vivió y murió judío; pero sabía que de ese modo se garantizaba en Junkabal un ambiente sin discrimaciones. 'Si allí está el Opus Dei -pensaba- habrá libertad religiosa'.
Hace tiempo hice una escultura para Junkabal: son dos manos que arropan y protegen a un niño desvalido. Son las manos de papá. Quise expresar cual era el oriente de su vida: ayudar a los que trabajan con los más necesitados. En una ocasión visitó a Monseñor Escrivá, que le agradeció la ayuda que prestaba.
Entonces papá le dijo: 'Monseñor, yo quiero recordarle, en primer lugar, que no soy católico. Y en segundo lugar... ¡que soy judío!' Pero para Monseñor eso no significaba ninguna barrera. '¡Ven a mis brazos!' le dijo, mientras le abrazaba.
A partir de entonces Monseñor nos escribía siempre; por el cumpleaños de papá o en fechas especiales. Y afirmaba papá que nunca nadie le había tratado con tanto cariño. Cfr. RODRÍGUEZ PEDRAZUELA, A. Un mar sin orillas. El trabajo del Opus Dei en Centroamérica, Rialp, Madrid, 1999, pág. 196.
- Simón Hassán Benasayag, Presidente de la Comunidad Israelita de Sevilla en 1992).
Cfr. “Respeto a la verdad”, artículo publicado enABC (Sevilla), 12-I-1992, pág. 40.
Un rabino explica las enseñanzas del Fundador del Opus Dei
(Intervención de Ángel Kreiman, del Consejo Mundial de las Sinagogas)
ROMA, 13 enero 2002 .- ¿Qué tiene que decir un gran rabino sobre Josemaría Escrivá? Esta es la pregunta que se hicieron los participantes en el congreso internacional celebrado en Roma con motivo del centenario del fundador del Opus Dei.
Ángel Kreiman, vicepresidente internacional del Consejo Mundial de las Sinagogas, tomó la palabra en el encuentro, que se celebró del 8 al 12 de enero en Roma, para relacionar el concepto de trabajo en la tradición Talmúdica y en la predicación del beato Escrivá.
Kreiman explicó que un punto central de la religión judía es «que el trabajo no es un castigo, sino un deber del hombre, una bendición de Dios, que le permite gozar del Shabat y ser imagen y semejanza Divina».
Para el Rabino, la misma centralidad del trabajo se encuentra en las enseñanzas del beato Escrivá, «que vio desde los inicios el trabajo como la vocación inicial del hombre y una bendición de Dios».
En opinión de Kreiman, «una de las principales batallas de paz que hay que vencer es encontrar a Dios en la ocupación normal y servir con el trabajo a los demás».
El Rabino comentó que en hebreo «la palabra trabajo se aplica también para el culto religioso, de tal manera, que entendemos la adoración como trabajo santo y al trabajo mismo como santa adoración». Algo similar a lo que sucede en las enseñanzas de Escrivá, «que no se cansaba de repetir la necesidad de convertir cualquier trabajo en oración».
Rabino Jefe de Chile desde 1970 hasta 1990, Ángel Kreiman es miembro del Comité Ejecutivo de la «International Council of Christians and Jews», y desde 1994 preside una fundación educativa para la promoción del diálogo interreligioso y para el estudio conjunto judeo-cristiano.
La fundación tiene el nombre de su mujer, Susy Kreiman, asesinada en el atentado terrorista de julio de 1994 en Buenos Aires, contra la oficina central para el trabajo y el desempleo de la comunidad judía, que ella misma dirigía.
El pasado mes de agosto, Kreiman fue elegido en Alemania miembro del Ejecutivo de la Confraternidad Judeo-Cristiana Internacional, y es el único latinoamericano en este organismo.
El Gran Rabino, que es cooperador del Opus Dei, quiso manifestar su especial afecto por la institución fundada por Josemaría Escrivá diciendo en el Congreso: «personas del Opus Dei me han ayudado, desde los inicios de mis estudios en el seminario, a ir adelante con mi vocación, y así he visto hacerlo con otros rabinos y estoy profundamente agradecido».
En su opinión «son muchos los conceptos del beato Josemaría que evocan la tradición Talmúdica, que muestran su profundo conocimiento judío y su amor apasionado, como él decía, por Jesús y María», pero lo que más acerca indudablemente sus enseñanzas con el Judaísmo religioso «es la vocación de servir a Dios por medio del trabajo creativo y perfeccionar cada día la Obra del Creador a través del perfeccionamiento del hombre en su trabajo».
El Rabino manifestó su especial alegría por el encuentro interreligioso de oración por la paz del próximo 24 de enero en Asís, añadiendo que «todo momento de oración conjunta y de diálogo interreligioso es siempre necesario». Encuentros como éste --añadió-- «nos ayudan a recordar frecuentemente que el Padre es común».
Al final de su intervención llamó la atención sobre la necesidad de que cristianos y hebreos «trabajemos juntos en favor de las principales causas de la humanidad: orden social, pobreza y desocupación, droga, hambre, lucha al consumismo vacío de espiritualidad» y deseó que «trabajando juntos y orando cada uno según su tradición lleguemos unidos a la mesa del Padre».
(Intervención de Ángel Kreiman, del Consejo Mundial de las Sinagogas)
ROMA, 13 enero 2002 .- ¿Qué tiene que decir un gran rabino sobre Josemaría Escrivá? Esta es la pregunta que se hicieron los participantes en el congreso internacional celebrado en Roma con motivo del centenario del fundador del Opus Dei.
Ángel Kreiman, vicepresidente internacional del Consejo Mundial de las Sinagogas, tomó la palabra en el encuentro, que se celebró del 8 al 12 de enero en Roma, para relacionar el concepto de trabajo en la tradición Talmúdica y en la predicación del beato Escrivá.
Kreiman explicó que un punto central de la religión judía es «que el trabajo no es un castigo, sino un deber del hombre, una bendición de Dios, que le permite gozar del Shabat y ser imagen y semejanza Divina».
Para el Rabino, la misma centralidad del trabajo se encuentra en las enseñanzas del beato Escrivá, «que vio desde los inicios el trabajo como la vocación inicial del hombre y una bendición de Dios».
En opinión de Kreiman, «una de las principales batallas de paz que hay que vencer es encontrar a Dios en la ocupación normal y servir con el trabajo a los demás».
El Rabino comentó que en hebreo «la palabra trabajo se aplica también para el culto religioso, de tal manera, que entendemos la adoración como trabajo santo y al trabajo mismo como santa adoración». Algo similar a lo que sucede en las enseñanzas de Escrivá, «que no se cansaba de repetir la necesidad de convertir cualquier trabajo en oración».
Rabino Jefe de Chile desde 1970 hasta 1990, Ángel Kreiman es miembro del Comité Ejecutivo de la «International Council of Christians and Jews», y desde 1994 preside una fundación educativa para la promoción del diálogo interreligioso y para el estudio conjunto judeo-cristiano.
La fundación tiene el nombre de su mujer, Susy Kreiman, asesinada en el atentado terrorista de julio de 1994 en Buenos Aires, contra la oficina central para el trabajo y el desempleo de la comunidad judía, que ella misma dirigía.
El pasado mes de agosto, Kreiman fue elegido en Alemania miembro del Ejecutivo de la Confraternidad Judeo-Cristiana Internacional, y es el único latinoamericano en este organismo.
El Gran Rabino, que es cooperador del Opus Dei, quiso manifestar su especial afecto por la institución fundada por Josemaría Escrivá diciendo en el Congreso: «personas del Opus Dei me han ayudado, desde los inicios de mis estudios en el seminario, a ir adelante con mi vocación, y así he visto hacerlo con otros rabinos y estoy profundamente agradecido».
En su opinión «son muchos los conceptos del beato Josemaría que evocan la tradición Talmúdica, que muestran su profundo conocimiento judío y su amor apasionado, como él decía, por Jesús y María», pero lo que más acerca indudablemente sus enseñanzas con el Judaísmo religioso «es la vocación de servir a Dios por medio del trabajo creativo y perfeccionar cada día la Obra del Creador a través del perfeccionamiento del hombre en su trabajo».
El Rabino manifestó su especial alegría por el encuentro interreligioso de oración por la paz del próximo 24 de enero en Asís, añadiendo que «todo momento de oración conjunta y de diálogo interreligioso es siempre necesario». Encuentros como éste --añadió-- «nos ayudan a recordar frecuentemente que el Padre es común».
Al final de su intervención llamó la atención sobre la necesidad de que cristianos y hebreos «trabajemos juntos en favor de las principales causas de la humanidad: orden social, pobreza y desocupación, droga, hambre, lucha al consumismo vacío de espiritualidad» y deseó que «trabajando juntos y orando cada uno según su tradición lleguemos unidos a la mesa del Padre».
Escrivá de Balaguer justificó el genocidio judío,
segun el semanario 'Newsweek'
segun el semanario 'Newsweek'
- El Opus Dei desmiente estas simpatías y califica la información de "mentira"
José María Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei que el próximo 17 de mayo será beatificado, justificó el genocidio judío, según Vladimir Feltzman, asesor del cardenal arzobispo de Westminster, Basil Hume. "Él me dijo que Hitler había sido injustamente acusado de matar a seis millones de judíos", asegura al semanario estadounidense Newsweek Feltzman, quien agrega que Escrivá le matizó: "En efecto, él sólo mató a cuatro millones".
El ayudante del cardenal Hume, declaró ayer a este diario que Jose María Escrivá de Balaguer le dijo en una ocasión que Adolf Hitler "no era tan malo como cree la gente", informa desde Londres Enric González. La conversación entre ambos tuvo lugar en un cine de Roma, en 1967 o 1968, durante el intermedio de una película bélica "en la que los soldados alemanes eran los villanos; Escrivá hizo algunos comentarios positivos sobre Hitler y afirmó que no había causado la muerte a seis millones de judíos, calificando tal cifra de absoluta exageración".El sacerdote católico VIadimir Feltzinan, que perteneció al Opus Dei entre 1959 hasta 1985, matizó ayer que las opiniones del candidato a santo debían enmarcarse en "un contexto histórico: para él, Hitler y sobre todo Franco eran salva dores de la fe católica contra el ateísmo comunista, representado por el dirigente soviético Stalin". Feltzman subrayó que "muchos sacerdotes de la misma generación que Escrivá compartían su punto de vista, y en el caso de España no hay más que fijarse en la gran cantidad de religiosos que se unieron voluntariamente a la División Azul para combatir en el bando alemán contra la URSS".
Sobre las razones por las que abandonó el Opus Dei, el sacerdote británico declaró: "En 1959 me parecía un camino hacia Dios, y a partir de 1968 empezó a parecerme una barrera".
El prelado del Opus Dei, Álvaro del Portillo, desminitió ayer en Roma estas informaciones y dijo que Escrivá de Balaguer "amó profundamente al pueblo judío y siempre condenó vigorosamente la tiranía". "Me siento dolorido y estupefacto por las afirmaciones aparecidas en algunos diarios; todo lo que se dice es contrario a la realidad: el fundador fue un hombre que amó profundamente al pueblo judío", agregó Del Portillo, informa Peru Egurbide. También el cardenal Silvio Oddi, citado en el informe de Newsweek, ha desmentido tajantemente haber hablado con periodistas de la mencionada revista y haber puesto jamás en duda la conveniencia de la beatificación de Escrivá.
"Nada más leer la prensa de hoy", añadió Álvaro del Portillo, "hemos tomado contacto con la Embajada de Israel y con representantes de la comunidad israelí, a los que he expresado mi solidaridad y mi indignación por tamañas mentiras, en el entendido de que no hago otra cosa que participar del dolor de monseñor Escrivá ante el holocausto sufrido por el pueblo hebreo como consecuencia del clan criminal nazi".
Viaje a Grecia Como prueba de ello, la prelatura presentó la filmación de una reunión celebrada en Caracas en 1974 del fundador del Opus con unas 3.000 personas, una de las cuales se declaraba hebrea. "Yo amo mucho a los hebreos, porque amo mucho a Jesucristo", le responde Escrivá en la película. "Le amo locamente y es hebreo, y no digo que era hebreo sino que es. Jesucristo vive y es un hebreo, como tú. Luego, el segundo amor de mi vida es una hebrea, María Santísima".Otra de las afirmaciones que hace el semanario estadounidense, citando a Feltzman, es que Escrivá acompanado por Álvaro del Portillo, viajó a Grecia en 1966 para intentar meter al Opus Dei en la Iglesia ortodoxa, porque con el concilio Vaticano II, "la Iglesia católica iba a la ruina". A este respecto, la oficina romana del Opus precisa que "la intención atribuida al venerable Escrivá de pasarse a la Iglesia ortodoxa carece de todo fundamento". "Su viaje a Grecia en 1966", agrega el comunicado, "fue motivado por el deseo de estudiar in loco la posibilidad de iniciar la actividad apostólica del Opus Dei. De regreso a Roma portó como regalo un icono de aquella tierra a Pablo VI y otro a monseñor Dell Acqua, entonces sustituto, que habían sido previamente informados de su viaje".
Para poner en duda la fiabilidad de Feltzman, el Opus recuerda que el conocimiento de este sacerdote sobre "el Venerable Escrivá fue bastante superficial: de estudiante, durante tres o cuatro años, tuvo en Roma contactos esporádicos con el fundador del Opus Dei".
Newsweek informa que contra la beatificación de Escrivá de Balaguer, tan sólo dos miembros del tribunal que debía juzgarlo se pronunciaron en contra. Se trata del español Justo Fernández Alonso, rector de la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat, en Roma, y el italiano Luigi de Magistris, de la Sagrada Pénitenciaria vaticana. Uno de ellos aseguró por escrito que tal beatificación podría suponer "un grave escándalo público", según el semanario. Para el Opus el hecho de que sólo dos jueces de la causa se pronunciaran en contra confirma la "absoluta libertad" que presidió la decisión colegiada.
El ayudante del cardenal Hume, declaró ayer a este diario que Jose María Escrivá de Balaguer le dijo en una ocasión que Adolf Hitler "no era tan malo como cree la gente", informa desde Londres Enric González. La conversación entre ambos tuvo lugar en un cine de Roma, en 1967 o 1968, durante el intermedio de una película bélica "en la que los soldados alemanes eran los villanos; Escrivá hizo algunos comentarios positivos sobre Hitler y afirmó que no había causado la muerte a seis millones de judíos, calificando tal cifra de absoluta exageración".El sacerdote católico VIadimir Feltzinan, que perteneció al Opus Dei entre 1959 hasta 1985, matizó ayer que las opiniones del candidato a santo debían enmarcarse en "un contexto histórico: para él, Hitler y sobre todo Franco eran salva dores de la fe católica contra el ateísmo comunista, representado por el dirigente soviético Stalin". Feltzman subrayó que "muchos sacerdotes de la misma generación que Escrivá compartían su punto de vista, y en el caso de España no hay más que fijarse en la gran cantidad de religiosos que se unieron voluntariamente a la División Azul para combatir en el bando alemán contra la URSS".
Sobre las razones por las que abandonó el Opus Dei, el sacerdote británico declaró: "En 1959 me parecía un camino hacia Dios, y a partir de 1968 empezó a parecerme una barrera".
El prelado del Opus Dei, Álvaro del Portillo, desminitió ayer en Roma estas informaciones y dijo que Escrivá de Balaguer "amó profundamente al pueblo judío y siempre condenó vigorosamente la tiranía". "Me siento dolorido y estupefacto por las afirmaciones aparecidas en algunos diarios; todo lo que se dice es contrario a la realidad: el fundador fue un hombre que amó profundamente al pueblo judío", agregó Del Portillo, informa Peru Egurbide. También el cardenal Silvio Oddi, citado en el informe de Newsweek, ha desmentido tajantemente haber hablado con periodistas de la mencionada revista y haber puesto jamás en duda la conveniencia de la beatificación de Escrivá.
"Nada más leer la prensa de hoy", añadió Álvaro del Portillo, "hemos tomado contacto con la Embajada de Israel y con representantes de la comunidad israelí, a los que he expresado mi solidaridad y mi indignación por tamañas mentiras, en el entendido de que no hago otra cosa que participar del dolor de monseñor Escrivá ante el holocausto sufrido por el pueblo hebreo como consecuencia del clan criminal nazi".
Viaje a Grecia Como prueba de ello, la prelatura presentó la filmación de una reunión celebrada en Caracas en 1974 del fundador del Opus con unas 3.000 personas, una de las cuales se declaraba hebrea. "Yo amo mucho a los hebreos, porque amo mucho a Jesucristo", le responde Escrivá en la película. "Le amo locamente y es hebreo, y no digo que era hebreo sino que es. Jesucristo vive y es un hebreo, como tú. Luego, el segundo amor de mi vida es una hebrea, María Santísima".Otra de las afirmaciones que hace el semanario estadounidense, citando a Feltzman, es que Escrivá acompanado por Álvaro del Portillo, viajó a Grecia en 1966 para intentar meter al Opus Dei en la Iglesia ortodoxa, porque con el concilio Vaticano II, "la Iglesia católica iba a la ruina". A este respecto, la oficina romana del Opus precisa que "la intención atribuida al venerable Escrivá de pasarse a la Iglesia ortodoxa carece de todo fundamento". "Su viaje a Grecia en 1966", agrega el comunicado, "fue motivado por el deseo de estudiar in loco la posibilidad de iniciar la actividad apostólica del Opus Dei. De regreso a Roma portó como regalo un icono de aquella tierra a Pablo VI y otro a monseñor Dell Acqua, entonces sustituto, que habían sido previamente informados de su viaje".
Para poner en duda la fiabilidad de Feltzman, el Opus recuerda que el conocimiento de este sacerdote sobre "el Venerable Escrivá fue bastante superficial: de estudiante, durante tres o cuatro años, tuvo en Roma contactos esporádicos con el fundador del Opus Dei".
Newsweek informa que contra la beatificación de Escrivá de Balaguer, tan sólo dos miembros del tribunal que debía juzgarlo se pronunciaron en contra. Se trata del español Justo Fernández Alonso, rector de la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat, en Roma, y el italiano Luigi de Magistris, de la Sagrada Pénitenciaria vaticana. Uno de ellos aseguró por escrito que tal beatificación podría suponer "un grave escándalo público", según el semanario. Para el Opus el hecho de que sólo dos jueces de la causa se pronunciaran en contra confirma la "absoluta libertad" que presidió la decisión colegiada.
LA VERDAD SOBRE EL OPUS DEI
UNA MAFIA ECONÓMICA QUE CONTROLA LA BANCA
UNA MAFIA ECONÓMICA QUE CONTROLA LA BANCA
Se habla y se ha hablado mucho acerca de la organización que recibe el nombre de OPUS DEI, pero muy pocas personas tienen un conocimiento profundo acerca de la verdadera naturaleza y del modus operandi de este grupo. Por ello presentaré a continuación,los rasgos fundamentales que caracterizan a este grupo, que pese a definirse como católico, no es sino una infiltración en el seno de la iglesia católica, provocada por agentes desestabilizadores tanto internos como externos.
El fundador del OPUS DEI, un personaje extremadamente soberbio,autoritario y ambicioso, no se llamaba Josemaría Escrivá de Balaguer, como él afirmaba, sino José María Escriba. El de Balaguer lo añadiría después; Así consta en la partida bautismal de Barbastro y hasta los 15 años no empezó a firmar como Escrivá. El apellido es claramente de origen marrano o cripto-judío, y además su padre (un estafador por cierto) era comerciante de paños en Barbastro, oficio muy extendido entre los judíos de la zona.
Entre los signos judaicos que se detectan en la OBRA, estaría la rosa, signo usado tambien por los masones, pero sobre todo en la Cábala hebrea, el dibujo de ocas (este es un signo hermético más que judío en sí), la cruz negra sin la figura de Cristo (algo muy sintomático,pues veneran más el signo de martirio de Cristo que a Jesús mismo) que ellos utilizan SIEMPRE, el olivo, que es otro signo de claras resonanacias cabalísticas simboliza el poder que los judíos (en este caso el OPUS)- que serían el aceite extraído del mismo- ejercerán sobre los demás pueblos, pues al igual que el aceite ellos siempre están por encima, la extraña coincidencia de que el Camino (intelectualmente muy flojo) esté compuesto por 999 máximas (ni una más ni una menos), teniendo en cuenta que el 9 como múltiplo de 3 (tres veces tres) tiene una gran importancia en la cábala y que ese número leído al revés es 666, el número del Anti-Cristo. La misma figura del numerario y el hecho de que los miembros se llamen entre sí por los números y no por los nombres de pila. A esto hay que sumarle algún otro detalle curioso como el de que la planta del oratorio del OPUS en Madrid sito en Diego de León es elíptica, algo que ya llamó la atención del Vaticano en los años 40. Si a esto le sumamos que la estructura del OPUS es muy similar a la del Kahal judío (eran y son los órganos que gobieran en secreto a las comunidades judías), pues impera el secretismo, se fomenta la delación a través de la figura de la;cofidencia al director espiritual (figura clavada de los parnasim del Kahal hebraico), el espionaje fuera de la comunidad y el detallado y totalitario control de las vida de sus miembros (sobre todo de los numerarios) quienes hasta para leer un libro han de pedir permiso al director espiritual,o las técnicas de infiltración en las altas capas de la sociedad, está claro que el OPUS tiene muchas cosas en común con la masonería y la sociedad judeo-talmúdica. Incluso prácticas tan patológicas como el uso del cilicio o de otros instrumentos mortificadores de la carne, al igual que el besar el suelo al levantarse tiene según ellos resonancias judaicas, pues les acerca espiritualmente al muro de las lamentaciones; De hecho, Escrivá fue investigado en el 1941 por el tribunal para la represión de la masonería y el judaísmo y en la España de la época siempre corrió el rumor de su conexión judeo-masónica. Incluso el nombre oficial del OPUS tal y como figura en el registro, deja las cosas bastante claras: Sociedad sacerdotal DE LA SANTA CRUZ y del OPUS DEI. Como el mismo historiador judío Cecil Roth asevera, De la Santa Cruz es una expresión de resonancias claramente judaicas, pues los cripto-judíos llamaban “Iglesia de la Santa cruz” a aquella que había sido sinagoga, o que clandestinamente seguía siendo utilizada como tal. También podría ser una coincidencia, pero si las sumamos a las demás, son ya demasiadas, creo yo...incluso el símbolo de RUMASA, la abeja dentro del hexágono, es un símbolo cabalístico que simboliza de manera gráfica el nombre de Débora. (Por cierto, que años después de su bochornosa persecución por parte del gobierno socio-listo, Ruiz Mateos declararía en la revista Tiempo en 1989, que había sufrido amenazas por parte de la Obra). Por no recordar que principios Opusinos como el de obediencia ciega o santa coacción, son muy propios del Kahal, o de la masonería. Incluso el símbolo del borrico que tanto gustaba a Escrivá, si nos remitimos a Evola, tiene claras resonanacias negras, pues era el animal de Kali. (Es cierto que también lo montaba Jesús, pero en el Talmud también se hace referencia al mismo como animal maldito).
Lo más siniestro es sin duda el alejamiento de las familias al que se ven sometidos los numerarios o los problemas que hay para salir de la obra, que en muchos casos significan una verdadera muerte civil. (Incluso, en otros países como USA, hubo casos de muertes extrañas).
Tienen un poder enorme, como los masones y por ello como decía León XIII en su encíclica contra la Masonería Humanum Genus, desemascararlos es vencerlos, aunque dada su inflitración en las capas de poder y en los partidos políticos también en el PSOE, no sólo en el PP, lo veo muy complicado. Estoy seguro de que algunas de sus actividades serían perseguibles penalmente (Estafa,coacciones,amenazas...), pero francamente, lo veo difícil. Su poder en el Vaticano se debe sobre todo a cuestiones monetarias. Cuando alli estaban faltos de dinero, el OPUS se ofreció como salvador. Woytila tuvo mucha culpa por las alas que les dio. (A mí me gustaba como Papa, pero las cosas que hizo mal, hay que decirlas). Menos mal que Ratzinger, que es una mente preclara, y que jamás ha tenido una vinculación estrecha con ellos, los está quitando de puestos clave.
Y no está de más recordar que hasta hace unos años, el asesor principal del OPUS fue un banquero judío converso con excelentes relaciones con el Vaticano de Woytila llamado Bernardino Nogara, que su tesorero principal fue el judío americano Rosenblatt o las excelentes conexiones que en el mundo financiero tiene la OBRA. Ya es bastante curioso que el Pater hubiera reconocido dentro de las distintas categorías de Opusdeístas (junto a las de numerario, supernumerario y agregado) la del socio-cooperador mediante la cual un no Cristiano e incluso un ateo, colabora con la obra es curioso porque una organización tan fanática para algunas prácticas (fundamentalmente formalistas, al igual que sucede en el Talmud), tiene por otro lado tan estrechos vínculos con gente ajena a la iglesia, aunque claro, ello genera pingües beneficios...
Ya Luis Carandell describió el culto al becerro de oro que Don José María y sus acólitos practicaban, aunque de manera hipócrita y farisaica se confesaran pobres; Por poner un ejemplo de la humildad voceada pero no practicada por Don José María, podemos recordar el ansia con la que reclamó un título nobiliario que supuestamente le correspondía (en realidad no se fundamentaba en nada). Finalmente gracias a sus contactos e influencias obtuvo el título de Marqués de Peralta, título este al que de manera irónica se refería el propio hermano de Escrivá con la frase de “El Marquesado de Peralta”, es una ****** así de alta;. También Carandell escribió como circulaba mucho en los 60 aquella frase de que el OPUS estaba dirigido por un escriba al que seguían miles de fariseos...esa misma masonería blanca de la que hablaba Girón De Velasco.
Desde luego que hay gente en el OPUS muy válida como el doctor Rojas o como lo fueron los López Ibor,Vallejo Nájera,Don Álvaro D'Ors o Fernández de la Mora lo cual no es óbice para denunciar el papel siniestro que vuestra organización desempeña. Incluso el cardenal Newman llegó a declarar publicamente su preocupación por las prácticas sectarias del OPUS y por su creciente poder.
El fundador del OPUS DEI, un personaje extremadamente soberbio,autoritario y ambicioso, no se llamaba Josemaría Escrivá de Balaguer, como él afirmaba, sino José María Escriba. El de Balaguer lo añadiría después; Así consta en la partida bautismal de Barbastro y hasta los 15 años no empezó a firmar como Escrivá. El apellido es claramente de origen marrano o cripto-judío, y además su padre (un estafador por cierto) era comerciante de paños en Barbastro, oficio muy extendido entre los judíos de la zona.
Entre los signos judaicos que se detectan en la OBRA, estaría la rosa, signo usado tambien por los masones, pero sobre todo en la Cábala hebrea, el dibujo de ocas (este es un signo hermético más que judío en sí), la cruz negra sin la figura de Cristo (algo muy sintomático,pues veneran más el signo de martirio de Cristo que a Jesús mismo) que ellos utilizan SIEMPRE, el olivo, que es otro signo de claras resonanacias cabalísticas simboliza el poder que los judíos (en este caso el OPUS)- que serían el aceite extraído del mismo- ejercerán sobre los demás pueblos, pues al igual que el aceite ellos siempre están por encima, la extraña coincidencia de que el Camino (intelectualmente muy flojo) esté compuesto por 999 máximas (ni una más ni una menos), teniendo en cuenta que el 9 como múltiplo de 3 (tres veces tres) tiene una gran importancia en la cábala y que ese número leído al revés es 666, el número del Anti-Cristo. La misma figura del numerario y el hecho de que los miembros se llamen entre sí por los números y no por los nombres de pila. A esto hay que sumarle algún otro detalle curioso como el de que la planta del oratorio del OPUS en Madrid sito en Diego de León es elíptica, algo que ya llamó la atención del Vaticano en los años 40. Si a esto le sumamos que la estructura del OPUS es muy similar a la del Kahal judío (eran y son los órganos que gobieran en secreto a las comunidades judías), pues impera el secretismo, se fomenta la delación a través de la figura de la;cofidencia al director espiritual (figura clavada de los parnasim del Kahal hebraico), el espionaje fuera de la comunidad y el detallado y totalitario control de las vida de sus miembros (sobre todo de los numerarios) quienes hasta para leer un libro han de pedir permiso al director espiritual,o las técnicas de infiltración en las altas capas de la sociedad, está claro que el OPUS tiene muchas cosas en común con la masonería y la sociedad judeo-talmúdica. Incluso prácticas tan patológicas como el uso del cilicio o de otros instrumentos mortificadores de la carne, al igual que el besar el suelo al levantarse tiene según ellos resonancias judaicas, pues les acerca espiritualmente al muro de las lamentaciones; De hecho, Escrivá fue investigado en el 1941 por el tribunal para la represión de la masonería y el judaísmo y en la España de la época siempre corrió el rumor de su conexión judeo-masónica. Incluso el nombre oficial del OPUS tal y como figura en el registro, deja las cosas bastante claras: Sociedad sacerdotal DE LA SANTA CRUZ y del OPUS DEI. Como el mismo historiador judío Cecil Roth asevera, De la Santa Cruz es una expresión de resonancias claramente judaicas, pues los cripto-judíos llamaban “Iglesia de la Santa cruz” a aquella que había sido sinagoga, o que clandestinamente seguía siendo utilizada como tal. También podría ser una coincidencia, pero si las sumamos a las demás, son ya demasiadas, creo yo...incluso el símbolo de RUMASA, la abeja dentro del hexágono, es un símbolo cabalístico que simboliza de manera gráfica el nombre de Débora. (Por cierto, que años después de su bochornosa persecución por parte del gobierno socio-listo, Ruiz Mateos declararía en la revista Tiempo en 1989, que había sufrido amenazas por parte de la Obra). Por no recordar que principios Opusinos como el de obediencia ciega o santa coacción, son muy propios del Kahal, o de la masonería. Incluso el símbolo del borrico que tanto gustaba a Escrivá, si nos remitimos a Evola, tiene claras resonanacias negras, pues era el animal de Kali. (Es cierto que también lo montaba Jesús, pero en el Talmud también se hace referencia al mismo como animal maldito).
Lo más siniestro es sin duda el alejamiento de las familias al que se ven sometidos los numerarios o los problemas que hay para salir de la obra, que en muchos casos significan una verdadera muerte civil. (Incluso, en otros países como USA, hubo casos de muertes extrañas).
Tienen un poder enorme, como los masones y por ello como decía León XIII en su encíclica contra la Masonería Humanum Genus, desemascararlos es vencerlos, aunque dada su inflitración en las capas de poder y en los partidos políticos también en el PSOE, no sólo en el PP, lo veo muy complicado. Estoy seguro de que algunas de sus actividades serían perseguibles penalmente (Estafa,coacciones,amenazas...), pero francamente, lo veo difícil. Su poder en el Vaticano se debe sobre todo a cuestiones monetarias. Cuando alli estaban faltos de dinero, el OPUS se ofreció como salvador. Woytila tuvo mucha culpa por las alas que les dio. (A mí me gustaba como Papa, pero las cosas que hizo mal, hay que decirlas). Menos mal que Ratzinger, que es una mente preclara, y que jamás ha tenido una vinculación estrecha con ellos, los está quitando de puestos clave.
Y no está de más recordar que hasta hace unos años, el asesor principal del OPUS fue un banquero judío converso con excelentes relaciones con el Vaticano de Woytila llamado Bernardino Nogara, que su tesorero principal fue el judío americano Rosenblatt o las excelentes conexiones que en el mundo financiero tiene la OBRA. Ya es bastante curioso que el Pater hubiera reconocido dentro de las distintas categorías de Opusdeístas (junto a las de numerario, supernumerario y agregado) la del socio-cooperador mediante la cual un no Cristiano e incluso un ateo, colabora con la obra es curioso porque una organización tan fanática para algunas prácticas (fundamentalmente formalistas, al igual que sucede en el Talmud), tiene por otro lado tan estrechos vínculos con gente ajena a la iglesia, aunque claro, ello genera pingües beneficios...
Ya Luis Carandell describió el culto al becerro de oro que Don José María y sus acólitos practicaban, aunque de manera hipócrita y farisaica se confesaran pobres; Por poner un ejemplo de la humildad voceada pero no practicada por Don José María, podemos recordar el ansia con la que reclamó un título nobiliario que supuestamente le correspondía (en realidad no se fundamentaba en nada). Finalmente gracias a sus contactos e influencias obtuvo el título de Marqués de Peralta, título este al que de manera irónica se refería el propio hermano de Escrivá con la frase de “El Marquesado de Peralta”, es una ****** así de alta;. También Carandell escribió como circulaba mucho en los 60 aquella frase de que el OPUS estaba dirigido por un escriba al que seguían miles de fariseos...esa misma masonería blanca de la que hablaba Girón De Velasco.
Desde luego que hay gente en el OPUS muy válida como el doctor Rojas o como lo fueron los López Ibor,Vallejo Nájera,Don Álvaro D'Ors o Fernández de la Mora lo cual no es óbice para denunciar el papel siniestro que vuestra organización desempeña. Incluso el cardenal Newman llegó a declarar publicamente su preocupación por las prácticas sectarias del OPUS y por su creciente poder.
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